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La infancia y adolescencia trans existen, un autobús no nos va a parar

Imagen de archivo de un acto con la bandera del colectivo LGTBI.

Saida García Casuso

Presidenta de Chrysallis Madrid —

Hay quien defiende esa teoría que asegura que, una mentira repetida muchas veces acaba convirtiéndose en una verdad, como recordábamos desde la página web de Chrysallis. Y, aunque la mentira sea ridícula y carente de cualquier base, hay organizaciones que no dudan en seguir dándole duro, invirtiendo su dinero (o el de las incautas personas que hacen donaciones y las sociedades no tan secretas que están detrás) y su tiempo en intentar adoctrinar a quien se les ponga a tiro.

Esto mismo es lo que ha sucedido esta semana, cuando una asociación de sobra conocida por sus acciones sin sentido en contra de los derechos fundamentales de diversos colectivos, ha decidido sacar a la calle y pasear por diferentes ciudades del estado un autobús pintado de naranja (muy apropiado utilizar el color corporativo de nuestra asociación) cargado con mensajes tránsfobos y excluyentes.

La campaña no ha tardado más que unas horas en tener repercusión a todos los niveles, pero ¿realmente han alcanzado el objetivo que perseguían? No es la primera vez que hacen algo similar (recordemos el envío masivo de panfletos propagandísticos a los centros educativos incluyendo imágenes del material didáctico de Chrysallis EH) y nos quedamos con el regustillo de que pareciera ser que algo no les fue bien del todo.

Aunque podamos intuir que su objetivo final no es el que pregonan y que éste está vinculado a otros asuntos, relacionados más con las cuestiones del poder que del vivir, al final, no nos va a quedar más remedio que agradecerles la gran labor social que hacen consiguiendo recabar el apoyo total, absoluto y tajante que las instituciones, la política y la sociedad en general, ha mostrado a las personas transexuales, particularmente a aquellas menores de edad, en apenas 48 horas.

En Chrysallis sabemos perfectamente lo que es luchar porque lo hacemos a diario, de manera dura, pero siempre limpia, por el pleno reconocimiento de los derechos fundamentales de las, los y les menores transexuales y vamos a seguir haciéndolo, a pesar de los intentos fallidos de desviar nuestra atención.

Somos más de 450 familias las que hemos pasado por la asociación en estos tres años y medio. Todas hemos acompañado libremente las identidades de nuestras hijas e hijos, todas hemos superado las limitaciones burocráticas, administrativas y sociales. Todas hemos crecido con esta realidad que nos ha ofrecido la posibilidad de abrir los ojos, de deconstruir las teorías absurdas que, sin base ninguna, negaban a la existencia de nuestras hijas e hijos. Huelga decir que no nos van a parar, ni en autobús, ni a golpe de yunque.

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Saida García es presidenta de Chrysallis Madrid y vicepresidenta de Chrysallis a nivel estatal.

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