Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

La dignidad de Nevenka

Nevenka Fernández, durante la rueda de prensa en la que anunció su dimisión y la querella contra el alcalde Ismael Álvarez.
19 de marzo de 2021 21:52 h

4

“Tengo 26 años y tengo dignidad”. Así de contundente comienza Nevenka la serie documental de tres episodios que repasa el acoso sexual que sufrió una joven concejala del Ayuntamiento de Ponferrada (León) hace más de 20 años. 

Dos décadas después, Nevenka Fernández rompe su silencio para relatar la experiencia vivida tras presentar aquella denuncia y cómo hubo de enfrentarse a su acosador sexual y a una sociedad machista. Era la primera vez que se juzgaba a un político por este delito y el alcalde Ismael Álvarez acabó condenado. 

¡Qué calvario hubo de pasar la víctima!, pero se hizo justicia. Veinte años después queda mucho camino por recorrer, sobre todo si se escucha el discurso de la ultraderecha, que niega una realidad tan evidente como la violencia machista. Contra eso, el mejor antídoto es leer, estudiar, formarse e informarse. Recomiendo ver el documental, comentarlo y analizarlo, porque cada capítulo es una reflexión que te hacer sentir vergüenza por formar parte de una sociedad que en muchas ocasiones culpa a la víctima del delito que sufre. 

No es un caso aislado. La doble victimización de las mujeres es una realidad más próxima de lo que pensamos. Por eso se te revuelven las tripas al acabar de ver la serie y te invade la necesidad de rebelarte ante tanta injusticia. Basta ya de negar la realidad y de seguir alimentando los estereotipos que prejuzgan a las mujeres por ser mujeres, que las cosifican y que atentan contra su dignidad personal. 

Han pasado 20 años del calvario que sufrió Nevenka, pero cuando escucho el discurso de la ultraderecha en el Congreso, con la complicidad de la derecha, siento como si volviéramos a aquella época, incluso a los tiempos oscuros de la dictadura en los que las mujeres no teníamos ni voz ni voto, en los que las mujeres éramos un sujeto pasivo que obedecía y callaba. Los tiempos oscuros en los que se decía que las mujeres provocábamos y teníamos nuestro merecido. El discurso negacionista de la ultraderecha produce repugnancia y asco y se combate con más feminismo. Las mujeres, las y los socialistas, les seguiremos plantando cara. 

La sociedad no puede dar la espalda a tantas Nevenkas. La justicia debe reciclarse mucho y dejar claro que las mujeres no somos ciudadanas de segunda. Resulta intolerable que cuando se interroga a algunas víctimas se mantenga aún la sospecha de que fueron ellas las que provocaron el delito y no encuentren el amparo que necesitan. 

Por eso desde el PSOE tenemos el compromiso de promulgar una ley contra los delitos sexuales. La “ley del sí es sí”. O del no es no. Pasar de las palabras a los hechos. La mejor política igualitaria es una buena ley feminista publicada en el BOE.

A menudo escuchamos en los medios de comunicación nuevos episodios de violaciones en manada y frente a esos hechos repugnantes siempre estará nuestro firme compromiso de luchar contra todas las formas de violencia contra las mujeres. Y así lo afirma el Presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, cuando dice: “Solo sí es sí. Si una mujer dice no es no, todo lo contrario es delito”. Y ese es el compromiso: modificar la tipificación de los delitos sexuales para darle a la ausencia del consentimiento su adecuado tratamiento. Por eso hace falta una ley contra los delitos sexuales. 

Lo que no está en los medios no existe. Gracias, Nevenka por tu dignidad, gracias a tantas Nevenkas que han dado el paso y siguen abriendo el camino para que la igualdad de las mujeres sea real y efectiva, porque nuestra democracia y nuestro país serán así más dignos y más fuertes. 

Etiquetas
stats