El mensaje del rey con la infanta hacia el banquillo
Se va a sentar la cuñada de la reina en el banquillo con una petición de ocho años de cárcel y es más que probable que lo haga como heredera, aunque sea en sexta opción, a la corona que lleva ahora su hermano y hace un rato llevaba su padre. No cabe duda de que estamos en plenas fiestas familiares.
Ya es puntería que en las horas en que se supone que el rey Felipe VI tenía que grabar el mensaje que se emite en Nochebuena, el juez Castro haya tomado la decisión de considerar a su hermana Cristina cooperante necesaria en los delitos de Urdangarin. Aquí me asalta una duda, ¿habrá primado el olfato periodístico de Letizia y se habrá grabado el mensaje después de la decisión del juez Castro, o se habrá grabado el mensaje sin esperar a que la realidad lo malogre? En cualquier caso, todas las palabras del rey, incluso las que no pronuncie, serán analizadas en función de esta resolución judicial sin precedentes.
La frase “la justicia es igual para todos”, pronunciada por el rey Juan Carlos en el mensaje navideño de hace tres años, ha dado juego no solo para el sumario que afecta a la familia del rey, también para otros muchos casos en los que se percibe que no es precisamente cierta. En su día, estas palabras se interpretaron como una forma de dejar caer a Iñaki Urdangarin, cuando se pensaba que la estatura del defensa de balonmano serviría de cortafuego suficiente para salvar a la infanta Cristina. Posiblemente el entonces rey no pensó nunca que su hija se iría al banquillo después de su frase. Los españoles sabemos que la justicia no es igual para todos, aunque es cierto que muchos no pensábamos que la infanta acabara siendo juzgada.
Felipe VI se estrena en su mensaje navideño como rey pisando el campo de minas que representa el camino hacia el banquillo que transitará su hermana y con el eco de sus propias palabras al tomar posesión como rey, cuando dijo que todos “necesitamos referencias morales a las que admirar y respetar”. No descarten que bata el récord de audiencia en este tipo de citas.
Sigue el “martirio” -así calificado por Rafael Spottorno, antiguo jefe de la Casa del Rey- para la infanta Cristina, sigue el martirio para el resto de la familia, sigue el desgaste para la institución, que probablemente hubiera sido mayor de no haberse producido la abdicación de Juan Carlos I, y sigue la infanta en sus trece de no “dimitir”. ¿Cómo lo contará Felipe VI en su mensaje?