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El Señor Oscuro despierta a la Bestia

José María Aznar, en una foto de archivo.

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Han llegado demasiado lejos, van a más y habrá que parar el golpe que intentan, siquiera de desestabilización como primer paso. Han activado casi todos los frentes disponibles. Los más visibles, las patéticas algaradas callejeras, pero los principales, los torpedos judiciales y mediáticos que implosionan en la base de la sociedad. Es intolerable lo que ocurre. Literalmente: no se puede consentir. Están dando una espantosa imagen de España, de su España, en nuestro propio y en el mundo entero. Debería darles qué pensar, precisamente a ellos, que Financial Times, la biblia neoliberal, fuente de inspiración del mundo financiero, critique al PP por su postura y su unión con Vox, y aporte argumentos para afirmar que la amnistía es la solución “conveniente”, es “la correcta, para Cataluña y para España”. Dicen también que Sánchez es “un escurridizo que hará lo que sea por permanecer en el cargo y que está arriesgando mucho”. Algún medio español publicó que el PSOE y el PNV habían comprado esa información del diario británico. Dio la foto fija de cómo funciona aquí la corrupta caverna mediática. Financial Times atrae a una audiencia de 2.200.000 lectores y de quien no parece fiarse es de la alianza ultraderechista española.

Lo que debe preocuparnos es lo que ocurre aquí, el gravísimo quebranto a la democracia que buscan los agitadores iracundos por haber perdido la posibilidad de gobernar el país. Ya lo hacen en múltiples comunidades y ayuntamientos, dando idea de lo que son. Nada peor que ese cercenar derechos y la lógica de este PPVox; ésa es la razón de todo. Sobran ya explicaciones tras las muchas dadas. Quizás todo se resuma en lo que decía el escritor japonés Haruki Murakami: “Cuando algo es tan sencillo de entender que debería entenderse sin que nadie lo explique, lo único que puede significar es que no se quiere entender, por muchas veces que se explique y por muy bien que se explique”.

Los dadores de amnistías escandalosas en el pasado, de incontables trampas, se han lanzado sin embargo a por todas. Confían en sus fuerzas y no es para menos. Estamos asistiendo preocupados –dentro y fuera de España–a un despliegue espeluznante y completamente desinhibido de altas instituciones plegadas a la estrategia, sucia, del PP.

Sí, la calle es una parte notable aunque no la principal, pero alarma. Han despertado a la bestia, a la Peste Parda, que acudió a la llamada del Señor Oscuro, permanente seguro de su impunidad. Ése fue el pistoletazo de salida, no pudo ser más claro: “El que pueda hacer algo que lo haga”.

Los más peligrosos son los brazos judicial y mediático, aunque están casi todos los que ostentan poder: ha aparecido hasta la muy subvencionada iglesia católica y su curiosa forma de ver la vida a través de un embudo que reserva para sí la parte ancha. Un Poder Judicial caducado desde hace cinco años por voluntad del PP –consentida por el PSOE– se atreve a censurar una ley que aún no existe cuando esa profunda arbitrariedad está expresamente prohibida en su razón de ser. Pasemos a la asociación mayoritaria de la judicatura, bajo la misma norma, que usa argumentos de la prensa basura como Ok Diario, Voz Pópuli o Libertad Digital. ¿En qué manos estamos? Es aterrador, un problema inconmensurable. Así que si el presunto juez García Castellón decide tirarse en plancha, una vez más, no es de esperar que los mecanismos del Estado de Derecho actúen contra él. De lo perpetrado esta vez aporta valioso resumen el director de este diario.

El Señor Oscuro, de mirada torva, ha despertado a la Bestia, sin duda. Con la colaboración de todo el plantel de un PP que se atreve a seguir incitando el esperpento callejero, ordenando la presencia OBLIGADA –en mayúsculas–de los cargos de Madrid o mentando a los CDR precisamente en armonía con García Castellón y su sorprendente auto para imputar por terrorismo a Marta Rovira y Carles Puigdemont. Como si de un equipo se tratase, en el que no faltan los agitadores mediáticos habituales.

 Los cayetanos de pañales de seda –como he leído– llaman maricones a los policías y lloran por ser levemente reprimidos en su violencia. Las señora “bien” protestan en tacones. Atención a ese remedo de prensa, prensa ultra, que señala dianas.

El ideario completo, con sus bulos, exageraciones, tópicos aberrantes, ha entrado en esas cabezas dispuestas a todo por la llamada explícita “el que pueda hacer algo que lo haga” de Aznar, la de Aguirre o las de esos otros de la ultraderecha asentada que también se plantan a gritar en Ferraz y a pedir a la policía que desobedezca ordenes ilegales del gobierno.  Altos cargos antiguos o aun en activo. Insólito en un país... democrático.

 Algunos dan hasta pena por su patetismo. Son usados por el PP y Vox sin compasión siquiera por ellos.

No dan risa, ni pena en realidad, espanta ver la aberrante derecha española que ha infectado las instituciones a unos niveles de pavor. Este martes comandaba la algarada callejera el líder de Desokupa, Daniel Esteve, y el agitador de ultraderecha Alvise Pérez que han guiado a una multitud de ultras hasta la Gran Vía de Madrid y luego hasta el Congreso de los Diputados con gritos de Viva Franco y Sánchez, hijo de puta. Y agrediendo o insultado a periodistas. Con desigual actitud policial que, si bien han blindado el Congreso, también han permitido todo tránsito de la turba por el centro de Madrid cortando el tráfico. Esto va a peor.

Un país no puede funcionar saludablemente así, es la vía para que nos sigan robando hasta la salud y la vida con total impunidad. Si se han descarado de tal forma, la única solución democrática y efectiva es usar las leyes para acabar con esta situación que desestabiliza a la sociedad, y en un momento -insisto- en el que muchos estamos rotos con el desprecio a los Derechos Humanos que se perpetra en Gaza. Los cabecillas no se ocultan y hay leyes para solucionarlo. Una vez más hay que decir -esperemos que no sea ya la irremediable- que mañana será tarde.

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