Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

¿Y si los ancianos fueran niños?

La residencia Fiella de Tremp (Lleida)

19

Tremp es una población que no llega a los 6.000 habitantes. Situada en el Pirineo de Lleida, es capital de comarca y su residencia, en la que no solo se atienden ancianos, es el centro de referencia para sus vecinos pero también para la población de las comarcas limítrofes. Gestionada por una fundación, está bien ubicada, en el centro del pueblo, con una plaza soleada cuando la niebla lo permite, y unas instalaciones correctas. Si uno ha nacido en la zona o vive allí es prácticamente imposible que no conozca a alguien que esté en la residencia de Tremp. Aunque ahora hay que cambiar el tiempo verbal y recurrir al pretérito imperfecto de subjuntivo. Es prácticamente imposible que no conociese a alguien que estuviese en la residencia de Tremp.

En menos de un mes han muerto más del 40% de sus residentes y prácticamente todos se han contagiado. El cómputo oficial, de momento, es de 58 fallecidos aunque es probable que la cifra termine siendo superior porque nadie sabe qué pasó ahí dentro durante unos días. Ni la fundación que la gestiona, cuya dirección está en manos de un grupo de sacerdotes aún bastante influyentes en la zona, ni la Generalitat asumen ninguna responsabilidad. 

El 26 de noviembre el centro fue intervenido por el Departamento de Salut, nueve días después de conocerse el primer caso. Desde que se detectó ese contagio (o al menos se tuvo constancia oficial) hasta que se desinfectaron las instalaciones pasaron 10 días. Sigue sin estar claro cuándo empezaron los primeros casos porque, según la Generalitat, la fundación no cumplió con los protocolos. Qué pasó allí dentro durante más de una semana es todavía un secreto. Los familiares llamaban y no conseguían contactar con nadie para que les informasen del estado de salud de su padre, su tía o su hermano. Algunos lo primero y único que supieron es que ya estaban muertos.

Se necesitaron 55 fallecidos, la cifra alcanzada este martes, para que la consellera de Salud se desplazase a Tremp y explicase su versión de los hechos. Hasta ese momento, la alcaldesa, también de ERC como Alba Vergès, solo había contribuido a una mayor confusión. En sus entrevistas en radio y televisión relató que el Ayuntamiento no sabía nada de lo que era un secreto a voces en la localidad, cuando la cosa ya estaba descontrolada. Cuesta creerlo, pero es su versión. 

El caso de Tremp, como otros, evidencia con la mayor crueldad posible, que muchas residencias ni estaban preparadas en la primera ola ni lo han estado en la segunda y seguramente comprobaremos pronto que tampoco para la tercera. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, uno de cada tres fallecidos por COVID-19 en la primera ola murieron en geriátricos o en su casa. Murieron o, en muchos casos, los dejamos morir porque en las UCI de los hospitales ya no cabían.

En la residencia de Tremp, uno de los curas vinculado a la fundación y que durante su época de docente atemorizó con su severidad a varias generaciones de alumnos, ha vuelto a aparecer por el centro después de estar fuera durante unos cuantos días. Da la extremaunción a los moribundos desde la puerta de la habitación. No es el único de la fundación que deberá confesarse por esta tragedia.

Etiquetas
stats