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¿Por qué siguen hablando de la “comunidad internacional”? No existe

Fotografía de archivo del secretario general de la ONU, António Guterres. EFE/EPA/JUSTIN LANE
3 de octubre de 2024 21:53 h

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El periodismo debe hablar con palabras que todo el mundo entiende, y si no se entienden debe explicarlas. Esto es un axioma (axioma: proposición tan clara y evidente que se admite sin demostración). No cabe discusión. El periodista es especialista en contar la actualidad de forma que todo el mundo la entienda.

Por alguna extraña razón, encuentro en los medios mucho últimamente una expresión que parecía pasada de moda: “comunidad internacional”. Aquí cito algunos ejemplos de los últimos seis meses:

  • “La comunidad internacional aumenta la presión sobre Israel y ve insuficientes sus medidas ante la crisis de Gaza” (abril 2024).
  • “España reclama a la comunidad internacional que actúe si Israel y Hamás no alcanzan un alto el fuego” (septiembre 2024).
  • “La comunidad internacional ha condenado la desproporción de la ofensiva” (octubre 2024).

Son titulares de medios nacionales e internacionales. También se puede oír la expresión en las tertulias de radio y televisión. No lo digo con segundas intenciones ni queriendo hacer, aún no, lecturas políticas: cuando oigo a un periodista decir “comunidad internacional” no sé a quién se refiere (es como si dijera “axioma”). Sin embargo, me queda clara una cosa: lo que quiera que sea la comunidad internacional, debería hacer cosas que no hace y no dice. El caso de la condena a Irán constituye la excepción: ahí sí el ente se ha expresado con bastante claridad. Por lo general, o sea, cuando se trata de Israel, el ente no hace lo que debe. 

Pienso si “comunidad internacional” se referirá a la ONU. La sabemos colapsada desde la caída del muro de Berlín. Su consejo de seguridad tropieza en la parálisis por el veto de los cinco miembros permanentes cada vez que sucede algo realmente grave. En cuanto a la Asamblea General, de vez en cuando saca adelante alguna votación importante. Eso sí, sin consecuencias. Son todos los síntomas del zombi: parece estar vivo, pero está muerto. Si “comunidad internacional” es la ONU, hace unos 30 años que dejó de ser noticia su inacción, más o menos cuando debería haberse reformado. 

Algunos ratos dudo de si se referirá a la Unión Europea, pero no. Porque a menudo el mismo periodista afirma que la “comunidad internacional” ha hecho tal cosa y la UE ha hecho tal otra. Además dentro de la UE hay todo tipo de voces distintas en lo relativo a Oriente Próximo. Imposible un solo ente que hable con diferentes voces o se contradiga, salvo que esté loco (podría ser el caso de la UE).

Tampoco parece que sea Estados Unidos, pues las crónicas dejan claro el respaldo americano a Israel y a continuación explican que “la comunidad internacional” permanece paralizada ante el aumento de la tensión bélica en Oriente Próximo. Tampoco es eso entonces.

Empiezo a sospechar que la comunidad internacional no existe. Es sólo una invención periodística. Busco una fuente de autoridad que me ilumine. El Diccionario panhispánico del español jurídico puede servir. Su definición de comunidad internacional es esta: “Comunidad jurídica fundada en la protección de intereses y valores colectivos esenciales compartidos por el conjunto de sus sujetos, que pretende la realización solidaria de un orden público internacional en virtud del reconocimiento en su seno de normas de derecho imperativo”.

Ahora lo tengo todo claro. En efecto, esa comunidad jurídica no existe. Porque son numerosos los países que no creen en un mundo con normas. Y porque, incluso los que dicen creer, esgrimen tantas excepciones cuando sus aliados vulneran las normas, que no podemos contarlos. Si quisiéramos elaborar una lista precisa de los países que pertenecen a esa comunidad jurídica, creo que no quedaría media docena al final. Hay intereses colectivos, como combatir la crisis climática, pero se postergan más que se defienden. No existen los valores esenciales compartidos. O tal vez sí. Los habitantes del planeta están mucho más cerca que sus gobiernos de compartir valores e intereses. La comunidad de estados no existe. Sin embargo, tengo la impresión de que la comunidad mundial de personas razonables cada día está más viva. 

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