En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquí. Consulta nuestras normas y recomendaciones para participar.
La especie humana, cada vez menos humana
Cuenta Harari en su famoso libro Sapiens que la hegemonía de la especie humana está basada en su capacidad de cooperar con otros semejantes haciendo realidad ficciones y relatos, lo que ha supuesto alcanzar altos niveles de desarrollo, pero es verdad que para que todo ello sea posible ha sido necesario que en el proceso evolutivo de la especie haya primado la existencia de una inteligencia, producto a su vez de una evolución genética de miles de años.
Pero vista con perspectiva la historia de la humanidad, podemos apreciar que esa inteligencia no siempre ha estado al servicio de un mayor bienestar de la misma, es más sumada a una ambición desmedida podría incluso acarrear la autodestrucción de la especie.
Al albor de los acontecimientos actuales habría que insistir en el valor que debería tener el calificativo humano que define la especie y que se sustenta en principios como solidaridad, ayuda, empatía. etc, pero que a su vez pueden estar ausentes como podemos apreciar en los diferentes conflictos y amenazas que asolan el planeta. En este sentido habría que señalar una forma de comportamiento exclusiva de la especie humana como es la maldad, a la que se llega de diferentes maneras y con distintos grados y sobre la que existen interpretaciones diferentes según el interés o la conveniencia de quien las realiza. En ocasiones son los mismos que la han sufrido los que la practican y así tenemos ejemplos en la vida cotidiana, los maltratadores en muchas ocasiones han sufrido también maltrato, los que han sufrido vejaciones en el trabajo y ascienden en la escala laboral la ejercen con los subordinados. Otras veces sucede de forma más global; apuntaba Kapuscinski en su libro Ébano, que los esclavos que salieron de Liberia hacia EEUU en la época de la esclavitud, al cabo de los años y una vez finalizada la misma, algunos volvieron a su país de origen convirtiéndose en elites que practicaron abusos sobre la población autóctona . A lo largo de la historia ha existido una verdadera competición para ver cual ha sido la barbaridad más impactante cometida y probablemente una de ellas, sino la que más, ha sido el progromo cometido sobre el pueblo judío en el que se alcanzaron las cotas más altas de degradación humana. Otra de las cuestiones que se plantean cuando se habla de maldad es la dificultad para realizar un análisis riguroso de la misma, puesto que siempre habrá alguien que pueda atribuir cierta tolerancia si no se ajusta a una determinada opinión. Es verdad que la maldad es rechazable en todos los casos pero también que no se llega a ella de la misma forma; en el caso de un terrorista aparece como consecuencia de la suma de una degradación moral, unida a un proceso de distorsión mental y que en ocasiones se acompaña de un estado de desesperación, sin querer suponer con ello que exista ningún tipo de atenuante como acto despreciable que es, pero también puede ser practicada por personas con supuestos principios morales, acreditada formación intelectual y en el contexto de una sociedad supuestamente civilizada, en cuyo caso siendo igualmente rechazable se añade un punto de vileza que la hace más hiriente. En el actual conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamas se da ésta dicotomía. El hecho de poder destacarlo no desvirtúa ni un ápice el rechazo al holocausto judío, pero no por ello habría que escandalizarse si se comparan las decisiones del gobierno israelí en su actuación sobre Gaza, practicando un cruel exterminio de la población civil, con aquella infausta reunión que tuvo lugar en Berlín en 1942 por parte de los jerarcas nazis y en la que se decidió la solución final para exterminar al pueblo judío.
Al final en todo este horrible conflicto perderemos todos, evidentemente los primeros y de forma más atroz los palestinos, también los rehenes israelíes secuestrados por los terroristas y al final los que nos encontramos alejados y pensando que no nos afecta. Es probable que este conflicto derive en salvajes atentados terroristas en el resto del mundo, principalmente en el occidental, lo que no sabemos es cuando, donde y a quienes afectara, aunque cualquiera de nosotros puede ser objetivo.
Otro aspecto patético en este desastre es la impotencia de gran parte de la sociedad que nos obliga a mostrar una indignación contemplativa sin percatarnos que la pasividad ante el sufrimiento es un signo evidente de la degradación moral de la especie humana.
Sobre este blog
En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquí. Consulta nuestras normas y recomendaciones para participar.
0