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La Loca Academia de Política Americana
El Loco Donald, que puede ser considerado el presidente más controvertido en la historia de Estados Unidos, se encuentra en medio de una gobernatura plagada de desafíos, casi comparable a la de mi queridísimo presidente. Trump sufre la presión sobre su administración de diversos poderes fácticos y socios políticos, una presión brutal, entre los socios que se destacan el lobby AIPAC y su propia base MAGA. Estas fuerzas engloban intereses que a menudo chocan, creando un escenario complejo para el presidente.
Por un lado los ultraconservadores judíos de AIPAC han expresado su descontento con la actuación de Trump en el contexto de la guerra contra Irán. No olvidemos que AIPAC financió parte de su campaña electoral. Por su parte, su electorado MAGA se siente frustrado por la falta de avances en la retirada de ayudas en conflictos internacionales. Además, la controversia en torno a la lista de Jeffrey Epstein, que ha resurgido en el debate público, limita más al presidente en su entorno.
En medio de este escenario tenso, impulsado por las crecientes presiones para abordar los casos de Epstein y las acusaciones de fraude electoral que marcaron la era de Obama. La reciente publicación de documentos por Tulsi Gabbard ha renovado el interés en estos asuntos, sugiriendo una conspiración dentro de los círculos políticos más altos de la nación.
Paralelamente, la revelación de que Trump aparece en una lista de colaboradores de un libro conmemorativo de Epstein, aunque él niega haber firmado un dibujo ofensivo relacionado, ha renovado la atención sobre su relación con el finado financiero. A pesar de sus intentos de distanciarse desde 2008, las insinuaciones persisten, y su demanda contra el Wall Street Journal por dar cuenta de estas acusaciones refleja su deseo de proteger su imagen.
Ghislaine Maxwell, asociada de Epstein, también está en el centro de la controversia y se espera que comparezca ante el Congreso, lo que podría traer más revelaciones preocupantes. Mientras tanto, Trump ha intensificado sus ataques contra altos funcionarios de la administración Obama, acusándolos de manipulación de inteligencia para socavar su campaña. Este clima de acusaciones ha llevado a una mayor desconfianza en el sistema político.
Estados Unidos se encuentra dividido profundamente entre dos corrientes ideológicas, el movimiento “woke” y el movimiento MAGA.
Mientras el movimiento “woke” aboga por la igualdad social, racial y de género, el movimiento MAGA se centra en un enfoque nacionalista que promueve políticas tradicionales y supremacista blanca.
Ambas corrientes están dirigidas a enfrentarse, tristemente sin comprender que son dirigidos hacia el enfrentamiento para desviar y focalizar su atención.
El posible acuerdo que se vislumbra entre las nieblas podría configurarse como un pacto de no agresión: 'tú no continúas por ese camino', 'yo olvido este camino'. De este modo nadie se entera de nada.
No recuerdo un presidente con tantas cruzadas en marcha, tanto internas como externas, provenientes de amigos como de enemigos.
¿Algún día conoceremos la verdad sobre la política y realidad Americana?.
Sinceramente y por mi salud mental espero que no.