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Abascal renuncia a las primarias, uno de los principios fundacionales de Vox, para reservarse el control de las candidaturas

La cúpula de Vox se dirige a explicar a los medios de comunicación su escrito de acusación popular contra los líderes independentistas del procés

Laura Galaup

Las encuestas prevén que por primera vez Vox entre en el Congreso, en un elevado número de ayuntamientos y varios parlamentos regionales. A escasos meses de las elecciones nacionales, europeas y autonómicas y con unas perspectivas electorales que el partido ni siquiera soñaba hace un par de meses, el Comité Ejecutivo Nacional del partido ha decidido eliminar las primarias que hasta ahora figuraban en sus estatutos y era uno de los pilares defendidos en el manifiesto fundacional del partido. Así figura en el borrador del reglamento que la dirección ha distribuido a sus afiliados, quienes durante esta semana votan esta propuesta de cara a la asamblea general que celebrarán el sábado 23 de febrero.

Con estos nuevos estatutos, el equipo presidido por Santiago Abascal elimina uno de los principios fundacionales del partido. El texto con el que se promulgó el nacimiento de la formación de extrema derecha en 2014 recogía como un “compromiso de funcionamiento” que “todos sus candidatos y cargos orgánicos” fuesen elegidos “por los afiliados en elecciones primarias y rindan periódicamente cuentas ante ellos, en cuyo nombre actúan”. Además, condenaban que en nuestro país se elaborasen papeletas electorales “por las cúpulas partidarias a espaldas de los afiliados”.

Los cargos nacionales actuales han alardeado durante estos últimos años de haber sido elegidos por este sistema. No cuesta encontrar tuits de sus principales representantes congratulándose de los procesos internos con los que ha contado la formación cuando su representación en las elecciones era insignificante. Así lo hizo Iván Espinosa de los Monteros, vicesecretario de Relaciones Internacionales, en 2014 cuando lo utilizó para comparar el funcionamiento de “los de siempre” frente a Vox. Entre ellos destacaba que los primeros utilizaban la “dedocracia” y ellos, las “primarias”. Cuando organizaron primarias en 2015, el secretario general, Javier Ortega Smith, mencionó a Mariano Rajoy y al PP de Madrid en su cuenta de Twitter para presumir también de “la democracia interna” de su formación.

En el manifiesto fundacional, con el que el partido se presentaba como un “proyecto político para la renovación”, lamentaban que en otras formaciones “el vínculo entre representantes y representados” fuese “casi inexistente”. Asimismo planteaban que “las listas cerradas y bloqueadas, elaboradas por las cúpulas partidarias, deterioran visiblemente la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos y el control de los gobernantes por los gobernados”.

Para combatir esta situación apostaban por “abordar sin dilación una nueva Ley de Partidos que asegure su funcionamiento democrático”. Cinco año después, la formación de Abascal ha decidido dar marcha atrás y formar parte de lo que criticaban entonces como un “patológico dominio de los partidos sobre la vida pública”.

Hasta ahora, sus estatutos recogían que los candidatos a cargos públicos electos “se elegirán en primarias por los afiliados de la citada circunscripción”. Si finalmente esta semana los afiliados ratifican en la asamblea los estatutos presentados por la dirección, este epígrafe desaparecerá y será el Comité Ejecutivo Nacional el que tome la decisión final.

Desde el partido justifican estos cambios asegurando que tienen en cuenta que el partido ha pasado en un año de “3.500 a más de 35.000 afiliados”. Con este nuevo reglamento pretenden que “los candidatos de VOX sean los más adecuados por su formación y por su integridad”, así como evitar que se favorezca a “a los oportunistas o arribistas” que se acercan ahora al partido. A su vez tratan de remarcar el papel de los comités provinciales, reseñando que serán los “encargados de proponer los candidatos”.

Si los nuevos estatutos son ratificados existirán dos mecanismos: uno, para las municipales y autonómicas; otro, para las nacionales y europeas. En los comicios regionales y municipales, los comités provinciales y de ciudades autónomas propondrán sus listas pero el equipo más cercano a Abascal se garantiza el derecho de modificar los nombres que les propongan.

Por su parte, la papeleta para las Cortes y el Parlamento Europeo estará elaborada completamente por la dirección central. Además, de cara a las elecciones del próximo 28 de abril, el Comité Ejecutivo Nacional decidió este martes presentar candidaturas en ambas Cámaras y en todas las circunscripciones.

Desaparecen los comités locales

Los nuevos estatutos sí mantienen que todos los afiliados participarán en la elección del presidente del partido, de los comités ejecutivos y provinciales. Sin embargo, introduce otra novedad, la eliminación de los comités locales, aquellos pequeños órganos de dirección que se podían formar en municipios que constasen con medio centenar de seguidores del partido que abonen la cuota. Ahora, Abascal propone requerir medio millar de afiliados para constituir un órgano de dirección regional. Serán estos los que designen a coordinadores locales y de zona.

El sábado, Vox dará a conocer si desaparece uno de sus principios fundacionales. A la asamblea ordinaria no han sido citados todos los afiliados, estos solo se pueden pronunciar de forma telemática. A este congreso acudirán únicamente los representantes provinciales del partido. Si salen ratificados los nuevos estatutos, la formación de Abascal no ha aclarado a esta redacción qué papel va a jugar a partir de ahora el manifiesto con el que se gestó la formación.

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