Almarcegui sorprende en el MUSAC con una obra de 1.400 toneladas de hormigón

Aunque reconoce que no tiene mucha idea de cocina, la artista Lara Almarcegui sorprende hoy en León con una obra, creada específicamente para el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), inspirada en una receta culinaria, con más de 1.400 toneladas de hormigón “como ingrediente principal”.

La idea de receta de cocina le gusta para describir de dónde le llegó la inspiración para descomponer los materiales de construcción con los que está creada una de las salas del MUSAC y exhibirlos en su interior en las mismas proporciones en las que se usó y a tamaño real.

El proyecto es “muy claro y sencillo de entender, ya que están ahí físicamente los materiales”, colocados en la sala por montones, ha explicado, en una entrevista con Efe Almarcegui (Zaragoza, 1972), quien representará a España en la próxima bienal de Venecia, con motivo de la inauguración hoy en el MUSAC de León de su nuevo proyecto expositivo.

Aunque puede sorprender la instalación al público, la artista no se espera “grandes problemas” de interpretación del proyecto, integrado por 700 metros cúbicos de hormigón, 34 de arena, dieciséis de acero, cuatro de aluminio y dos de cristal, todo ello colocado en montones a lo largo y ancho de la propia sala del museo.

Para hacerse una idea de la magnitud de la obra “un metro cuadrado de hormigón debe pesar como dos toneladas de peso”, ha apuntado la artista, que ha desvelado que para depositar todos estos materiales tuvo incluso que entrar una excavadora al museo.

La obra representa lo que sería la ruina de una de las salas del MUSAC, antes de su construcción y después en tamaño real, ha afirmado Almarcegui (Zaragoza, 1972), quien reside en Holanda desde hace más de veinte años.

Los materiales han sido reciclados y recogidos la mayoría de ellos del edificio de la antigua Azucarera de Santa Elvira de León, donde el arquitecto francés Dominique Perrault está construyendo un palacio de congresos.

Su trabajo, ha dicho, es como si fuera una “crítica a la arquitectura”.

Busca “destruir lo creado, descomponer” lo construido, pero además le encanta intervenir en espacios abiertos, donde no hay edificaciones, donde “existe plena libertad”, que “se acaba cuando comienza la construcción”.

Precisamente, en esta segunda idea se inspira una vídeoinstalación que ha creado para el MUSAC, que está también en esta exposición y que se llama “Proyecto Fluvial”.

Esta obra está diseñada a partir de un parque que se iba a construir en un barrio de León, cuya expansión urbanística se frenó con la crisis.

Su presencia el próximo junio en la Bienal de Venecia en representación de España la considera, ha dicho, una “responsabilidad”, y ha rehusado desvelar qué obra llevará.

“Siempre” trabaja con la arquitectura, en cómo se construyen los lugares, por lo que su proyecto para Venecia irá previsiblemente en esa línea.