China reelige primer ministro y da el nuevo poder supervisor a Yang Xiaodu

El régimen comunista chino continuó hoy su renovación jerárquica con la reelección de Li Keqiang como primer ministro y el ascenso de Yang Xiaodu a la dirección del nuevo superministerio que luchará contra la corrupción estatal.

Siguiendo el guión esperado, Li, de 62 años, obtuvo el respaldo mayoritario de los legisladores de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el máximo órgano legislativo, con 2.964 votos a favor y dos en contra, aunque no consiguió la unanimidad con la que un día antes se reeligió a Xi Jinping al frente de la presidencia del país.

Li, ascendido a primer ministro en 2013, el mismo año en el que Xi llegó a la jefatura de Estado, se aseguró hoy su continuidad hasta el año 2023, después de un lustro de Gobierno en el que ha mantenido un perfil muy discreto en comparación con sus antecesores Wen Jiabao (2003-2013) o Zhu Rongji (1998-2003).

Pese a ello, o precisamente por eso, ha conseguido la confianza de Xi, quien en contraste ha rodeado su presidencia de un culto a la personalidad que no se conocía desde el maoísmo, y ha acumulado cotas de poder mayores incluso a las que tuvo Mao Zedong.

Con todo, Li ha seguido la tradición china de un primer ministro principalmente encargado de temas económicos, y en su caso ha lidiado en los pasados cinco años con los problemas derivados de la desaceleración que vive el país.

El plenario de la ANP hoy también ratificó por amplia mayoría el nombramiento de Yang Xiaodu como nuevo director de la Comisión Nacional de Supervisión, un nuevo y poderoso órgano con estatus superior al de los ministerios que estará encargado de intensificar al máximo la lucha anticorrupción en el país.

Yang, de 64 años y hasta ahora ministro de Supervisión -una cartera que ha elevado su importancia con la reestructuración que el régimen ha sufrido esta semana- asume un nuevo poder que algunos observadores equiparan al Legislativo, el Judicial o el Ejecutivo en la “nueva era” de China proclamada por el presidente Xi.

Estos analistas anticipaban que el nuevo “superministerio” iba a ser asumido por el actual jefe anticorrupción del Partido Comunista de China (PCCh), Zhao Leji, aunque finalmente el elegido ha sido Yang.

Una vez más, Xi ha ascendido en el poder a uno de sus aliados más cercanos, con el que coincidió en la metrópolis de Shanghái cuando el hoy presidente fue secretario local del Partido Comunista en 2007 y Yang era uno de sus subordinados.

La nueva Comisión Nacional de Supervisión, que desde hace una semana tiene espacio propio en la Constitución china, tiene la misión de extender a todo el Estado con sus 200 millones de funcionarios la dura campaña anticorrupción que durante la presidencia de Xi se ha llevado a cabo en el seno del PCCh.

En la sesión celebrada hoy en el Gran Palacio del Pueblo también se aprobó la continuidad de Zhou Qiang como presidente del Tribunal Popular Supremo para los próximos cinco años y la sustitución del Fiscal General del Estado Cao Jianming (en el cargo desde 2008) por Zhang Jun.

También se votó y aprobó el nombramiento de vicepresidentes de la influyente Comisión Militar Central, el máximo órgano rector del Ejército, en la que Xi fue ayer confirmado como presidente.

Dentro de esa comisión el general de la Fuerza Aérea Xu Qiliang se mantiene en una de las dos vicepresidencias, mientras que en la otra Fan Changlong será sustituido por el también general Zhang Youxia, responsable en los últimos años de supervisar las mejoras tecnológicas en el ejército chino.

Ayer, sábado, la ANP votó por unanimidad a Xi como presidente de China para un segundo mandato, y eligió a Wang Qishan, uno de sus principales aliados, como nuevo vicepresidente.

La renovación del régimen se completa mañana con la elección de viceprimeros ministros, ministros, consejeros de Estado y gobernador del banco central, entre otros cargos.