Marruecos expulsa a subsaharianos indocumentados por la frontera con Mauritania

La policía marroquí está expulsando a los emigrantes en situación irregular por las frontera entre el Sáhara Occidental y Mauritania, en una práctica detectada en las últimas semanas, según dijo hoy a Efe el responsable de una de las principales ONGs de ayuda a emigrantes.

Hicham Rachidi, del Grupo de Acompañamiento y Defensa de Extranjeros en Marruecos (GADEM), aseguró que esta nueva modalidad de expulsiones ha coincidido con la ola de redadas practicadas contra los emigrantes a lo largo de noviembre desde las costas del Estrecho cercanas a la ciudad de Tánger.

El procedimiento habitual era conducir a los emigrantes hasta algún punto de la frontera con Argelia y dejarlo allí, en operaciones que escapan al control de las ONGs o de organismos independientes.

Sin embargo, según Rachidi, en las últimas semanas los detenidos en la región de Tánger son habitualmente trasladados a Casablanca, donde la policía contacta con sus consulados correspondientes mientras confisca su pasaporte o documentos y solo cuando éstos regresan con un billete de vuelo de regreso, se les devuelve el pasaporte.

Aquellos que carecen de un documento en regla o no presentan el billete de vuelo, son conducidos a la frontera con Mauritania.

Ni GADEM ni ninguna otra organización dispone de cifras sobre la cantidad de personas que son expulsadas, ya sea a diario o mensualmente, pero las redadas de decenas de personas (entre 40 y 80) se repiten a diario desde hace semanas.

GADEM ha reclamado una moratoria sobre las expulsiones ahora que Marruecos ha anunciado, durante todo 2014, un proceso de regularización de los emigrantes en situación ilegal (entre 25.000 y 40.000), para instalar un necesario clima de confianza entre los candidatos a esa regularización.

Por otro lado, Rachidi criticó el supuesto proyecto de levantar una valla alambrada en la frontera entre Marruecos y Argelia, un plan desvelado ayer por dos diarios pero que aún no ha sido públicamente confirmado.

Rachidi dijo que, de construirse, esa valla será “inútil” y solo proporcionará “una ilusión de seguridad”, pero al mismo tiempo ofrecerá una imagen negativa de Marruecos ante su vecino, Argelia, y los países subsaharianos en general.