Muharrem Ince, el azote de Recep Tayyip Erdogan

Muharrem Ince, candidato presidencial del laico Partido Republicano del Pueblo (CHP), es uno de los grandes flagelos del jefe del Estado turco, Recep Tayyip Erdogan, a quien combate con sus mismas armas: una oratoria directa y un estilo campechano que conecta con el electorado.

Ince -nacido en 1964 en Yalova, provincia limítrofe con Estambul- es un veterano parlamentario del socialdemócrata CHP que ha logrado que su partido levante el vuelo en las encuestas antes de los comicios presidenciales de este domingo.

Todos los sondeos apuntan a que Erdogan no logrará más de la mitad de los votos para imponerse en la primera vuelta de las elecciones y muchos sitúan a Ince como su contrincante en una segunda y definitiva ronda.

Pese a no ser un político demasiado conocido antes de su designación como candidato, Ince ha recorrido el país en una campaña exprés que le ha convertido en una figura popular.

Erdogan ha presentado durante años al CHP como un partido de una elite laica alejada de la gente común y que menospreciaba al islam, algo que Ince desmiente punto por punto: sus orígenes son humildes y conservadores y es religioso.

Conocido por su buena oratoria, el candidato pertenece al ala nacionalista laica de la formación, aunque también conecta con un electorado más conservador e, incluso, con el votante kurdo.

Ince trabajó como profesor de física antes de ser parlamentario y dirigió la Asociación de Pensamiento de Atatürk en Yalova, una institución que preserva la ideología laica del fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk.

De familia conservadora, asistió a la escuela coránica, algo que puede atraer el voto de sectores tradicionales distanciados de la línea personalista y autoritaria de Erdogan.

“Seré el presidente de los 80 millones (de habitantes en Turquía), de los derechistas e izquierdistas, de los alevíes y suníes, de turcos y kurdos”, prometió Ince en su primer discurso como candidato.

El político socialdemócrata también aspira a conseguir los votos que el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan podría perder en el sureste del país, ya que hasta ahora era la segunda fuerza más votada en ese territorio de mayoría kurda.

Los decretos ministeriales bajo el estado de emergencia -vigente desde la fallida asonada golpista de julio de 2016- por los que miles de personas han perdido su trabajo, además de las detenciones de los líderes del opositor prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) amenazan con disminuir el apoyo kurdo al AKP.

Ince visitó al candidato del prokurdo izquierdista HDP, Selahattin Demirtas, encarcelado desde noviembre de 2016, y ha propuesto crear una comisión con representantes de todos los partidos para resolver “la cuestión kurda”.

El aspirante a presidente también ha hecho guiños a los votantes más nacionalistas con críticas al AKP por acoger a más de tres millones de sirios en Turquía, así como a las bases progresistas del CHP con promesas de una educación “gratuita, laica y científica”.

Ince ha avanzado que quiere restablecer la neutralidad de las instituciones del Estado y restaurar la separación de poderes, que, a su juicio, ha quedado abolida bajo el Gobierno del AKP.

Esta campaña con mensajes para todos los sectores sociales parece haber funcionado y ha reforzado al CHP en las encuestas.

Antes de presentar a su candidato, la intención de voto al CHP se situaba tras Erdogan y Meral Aksener, líder del nuevo partido derechista IYI.

Sin embargo, los últimos sondeos sitúan a Ince, que obtendría entre el 22 y el 24 % de los votos, por detrás de Erdogan (entre el 43 y el 46%).

Ince ha prometido que, si es presidente, levantará el estado de emergencia y quiere una nueva Constitución para restaurar el sistema parlamentario.

Tras estas elecciones se aplicarán por primera vez los cambios constitucionales aprobados en un referéndum el año pasado y que convertirán Turquía en un sistema presidencialista en el que el jefe del Estado tendrá amplísimos poderes ejecutivos.