La ONU denuncia el uso “desproporcionado” de la fuerza contra los manifestantes en la RDC

La ONU denunció hoy el uso “ilegal, injustificado y desproporcionado” de la fuerza contra los manifestantes en la República Democrática del Congo (RDC), donde casi medio centenar de personas han muerto por la represión de las cuerpos oficiales de seguridad.

“Desde el 1 de enero de 2017 al 31 de enero de 2018, al menos 47 personas, incluidas mujeres y niños, fueron asesinadas por los servicios de seguridad y las fuerzas de defensa durante manifestaciones”, aseguró hoy la ONU en un comunicado.

Según indica, las autoridades congoleñas han intentado cubrir estas “violaciones tan serias de derechos humanos” al deshacerse de los cuerpos y obstruir el trabajo de los observadores nacionales e internacionales.

En el informe publicado hoy por el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) y la misión de la ONU en el país, la Monusco, documentan datos de seis manifestaciones grandes que tuvieron lugar el año pasado y este mes de enero para concluir que el uso de la fuerza durante las protestas no se adecúa a los estándares y leyes internacionales.

El Gobierno de Joseph Kabila se enfrenta a una creciente tensión social por su permanencia en el poder y las protestas contra él suceden con fuerte represión en varias partes del país.

El pasado 31 de diciembre, al menos ocho personas murieron por disparos de la Policía cuando sacerdotes y fieles católicos se manifestaron en el primer aniversario de la firma del Acuerdo de San Silvestre, que exigía la celebración de elecciones antes de que finalizara 2017.

También en enero hubo manifestaciones que terminaron con un saldo de cinco víctimas mortales y otras cuatro en las protestas de finales de febrero.

El alto comisario de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Husein, dijo en el informe que la constante represión de las manifestaciones, mediante un uso indiscriminado de fuerza, es un incumplimiento serio de las leyes internacionales y reclamó una investigación judicial “completa y rápida” de estos hechos.

“Es especialmente preocupante que los servicios de seguridad y las fuerzas de defensa que llevan a cabo esta violencia con casi total impunidad puedan ser percibidas como que están alentando dicha represión”, alegó el alto comisario.

Gobierno y oposición firmaron en diciembre de 2016 el Acuerdo de San Silvestre para celebrar elecciones antes de que finalizara 2017, sin embargo, la Comisión Electoral anunció el pasado octubre que no sería posible convocarlas hasta 2019.

Finalmente, la Comisión Electoral dijo que las elecciones presidenciales de las que saldrá el sustituto de Kabila se celebrarán el 23 de diciembre de 2018.

Los comicios debían haberse celebrado originalmente en diciembre de 2016, pero las autoridades congoleñas los retrasaron alegando deficiencias en el censo, decisión considerada por la oposición como una maniobra de Kabila para postergar su salida de la presidencia.

Kabila, que se mantiene en el cargo desde la muerte de su padre, Laurent Kabila, en 2001, ya se ha presentado a dos elecciones y tiene prohibido por la Constitución optar a un tercer mandato.