Aznar considera que la amnistía sería “un acto contra los cimientos de España” y acusa al Gobierno de “autocrático”

El expresidente del Gobierno José María Aznar se ha reiterado este jueves en su discurso del pasado martes en el que asimiló el terrorismo de ETA con el actual independentismo catalán, y apeló al llamado Espíritu de Ermua y a la movilización ciudadana contra la amnistía que negocian PSOE y Sumar con Junts y ERC. “Dije lo que tenía que decir”, ha asegurado en una entrevista en la Cope. “En España hemos llegado a un punto límite. Se está negociando una amnistía y celebrar unas consultas de autodeterminación”, ha señalado el hoy presidente de la fundación Faes, empresario y empleado de magnates.

“No es una cuestión de legalidad”, ha afirmado Aznar sobre la hipotética ley que el bloque progresista quiere implementar para intentar cerrar el conflicto territorial en Catalunya y que los diputados independentistas apoyen la investidura de Pedro Sánchez. “La amnistía está fuera de la Constitución, está expresamente excluida de la Constitución”, ha añadido.

Según Aznar, la amnistía se quiere utilizar “no solo para exculpar y limpiar a golpistas, personas que fueron juzgadas y condenadas por dar un golpe de Estado o que son prófugos por haber dado un golpe de Estado” [una afirmación falsa, porque fueron condenados por sedición, no por rebelión], sino que “quieren acabar con las raíces del sistema constitucional español, que ya hizo una amnistía en el año 1977 y fue una de las bases fundamentales de la Transición”.

“Es un acto en contra de la Transición, de la Constitución y en contra de los cimientos de España”, ha apuntado Aznar, quien ha sostenido que el PP es “el único partido constituyente” que queda, pese a que la Alianza Popular de Manuel Fraga se dividió a la hora de votar la Constitución, tanto en el Congreso y el Senado como ante el referéndum.

Aznar ha asegurado que la amnistía sería un “elemento destructivo del sistema constitucional” y ha apelado a la “responsabilidad ciudadana” ante un “momento crítico”, ya que ve a España en “riesgo existencial”.

Un Gobierno largo de Sánchez

El expresidente también ha replicado las palabras de la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, quien el pasado martes tachó de “golpistas” las palabras de Aznar en el discurso de inauguración del 'Campus Faes', unas jornadas organizadas por su fundación en las que apeló al “¡Basta ya!”.

Rodríguez fue preguntada por unas palabras que Aznar nunca pronunció (“rebelión nacional”). Y la portavoz respondió sobre ese planteamiento. Este jueves, el expresidente ha considerado la reacción del Ejecutivo como propia de un régimen “autocrático”, una forma diferente de decir “dictadura”.

“Son las reacciones autocráticas, propias de una autocracia, que considera que todo aquel que no está de acuerdo con el que está en el Gobierno es antiespañol, fascista o golpista”, ha asegurado, para lamentar que se citen palabras que él realmente no ha usado para “desviar la atención” de lo importante, que es la posibilidad de que se reedite el Gobierno de coalición con Sánchez a la cabeza.

En este sentido, Aznar ha descartado la posibilidad de una repetición electoral, que sí se barruntan los estrategas de Feijóo. “Considero poco probable ese escenario”, ha sostenido. Además, el exlíder del PP no comparte la tesis mayoritaria que hay en la dirección nacional de su partido de que ese hipotético Ejecutivo, apoyado en EH Bildu, ERC y Junts, sería muy inestable y duraría poco. “Sánchez no es cautivo de los separatistas, es cómplice”, ha afirmado. “Los ha elegido”, ha dicho, para considerar como una “inmensa coalición de perdedores” a esa mayoría que ya se impuso en la votación para elegir a Francina Armengol como presidenta del Congreso.

Aznar ha defendido que, si Sánchez obtiene la investidura, la situación “no tiene por qué ser ingobernable”. “Todos los que forman la coalición tienen interés en que la coalición dure. Su objetivo es estar. Cumplimentada la coalición, el objetivo es pagar: las consultas y la amnistía. Y pagado ese precio, no hay proyecto político ninguno. El objetivo es estar”, ha planteado.

El expresidente también ha mostrado su disposición a ser parte del acto del PP contra esa hipotética amnistía, convocado antes incluso de la investidura previsiblemente fallida de su propio líder, Alberto Núñez Feijóo. “No sé qué es lo que se ha convocado”, ha dicho primero, para concluir que estará “donde el PP pida” contra las negociaciones del PSOE.