Cataluña cierra 2020 con déficit de 0,4 %, inferior al de 2019, pese a la covid

Barcelona, 29 mar (EFE).- Cataluña cerró 2020 con un déficit equivalente al 0,4 % de su PIB, dos décimas más que el límite de referencia marcado por el Estado pero inferior al de 2019 (0,62 %), a pesar de que la pandemia de la covid-19 hizo que la economía catalana se desplomara.

Si bien la pandemia obligó a la Generalitat a realizar el mayor gasto no financiero de su historia, con 32.151 millones de euros, un 19 % más que en 2019, la transferencia de recursos estatales del llamado fondo covid-19 y diversos ajustes contables autorizados recientemente por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) explican, entre otras razones, que el déficit cayera en relación a 2019.

La Generalitat estima que el déficit del sector público administrativo fue de 1.870 millones en 2020, equivalente al 0,92 % de su producto interior bruto (PIB), y calcula que, restando estos efectos extraordinarios, el desajuste habría sido del 0,7 % del PIB.

No obstante, la cifra oficial del déficit de 2020 es el 0,4 % mencionado, equivalente a un desajuste de apenas 768 millones euros, y todo ello en el peor año para la economía catalana desde la Guerra Civil (1936-39), ya que el PIB catalán se hundió en 2020 un 11,5 %.

La paradoja de reducir el déficit público el mismo año que la economía catalana se desploma se explica, en primer lugar, porque la IGAE aplicó un cambio de criterio de contabilización de los fondos europeos, que permitió anotarse como ingresos 238 millones; por compensaciones contables en materia de autopistas por otros 225 millones y por el cierre con superávit de algunas entidades de Salut.

Todos estos factores explican la amortiguación de tres décimas de déficit en 2020, pero además cabe tener en cuenta que Cataluña, como el resto de comunidades, recibió en 2020 recursos del fondo estatal para la covid, que le permitieron cubrir un 66,5 % de los gastos extra generados por la pandemia.

También este lunes el Gobierno ha dado a conocer que el déficit del conjunto de las Administraciones públicas se situó en 2020 en 113.172 millones de euros, el 10,09 % del PIB, con lo que multiplica casi por cuatro el dato de 2019 (2,86 % del PIB) y alcanza el nivel más alto desde 2009 (11,06 % del PIB).

En el caso de Cataluña, la pandemia tuvo un impacto de 4.761,4 millones de euros sobre las finanzas de la Generalitat, de los que 3.638,2 millones de euros corresponden a gasto extraordinario y 1.123,2 millones a caída de ingresos.

La pandemia hizo que en 2020 se disparara un 27,2 % el gasto del departamento de Salud de la Generalitat, hasta los 13.392 millones de euros, y también hizo crecer un 33 % el gasto del departamento de Territori, por el desplome de ingresos del transporte público.

También crecieron un 18 %, un 23,9 % y un 45,9 % el gasto efectuado por las Consejerías de Trabajo, Empresa y Cultura, respectivamente, debido a ayudas concedidas a afectados por la pandemia.

El retraso en la formalización del objetivo de déficit y en la distribución de los fondos extraordinarios para afrontar la crisis, que llegaron en la segunda parte del año, son otras de las razones esgrimidas por la Generalitat para explicar que no pudiera planificar de forma óptima el gasto realizado a lo largo de 2020.

Con todo, la Generalitat alega que es la administración autonómica que más ayudas directas ha dado a afectados por la pandemia tanto en 2020 como hasta marzo de 2021, con 221 euros por habitante, muy por encima del resto de comunidades, entre ellas Madrid, con 52,8 euros por habitante.

En cuanto a los ingresos, la Generalitat alcanzó en 2020 unos ingresos no financieros de 30.281 millones de euros, un 15,7 % superiores a los de 2019, por la mencionada inyección de fondos del Estado.

La Generalitat sostiene que apuró al máximo el margen de recursos disponibles para afrontar la pandemia pero que veló al mismo tiempo por no alterar demasiado su período medio de pago.