Condado Lake, primer santuario en Florida al derecho a portar armas en EE.UU.

El condado Lake, en el centro de Florida, se convirtió en el primer santuario de la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege el derecho a portar armas, ante el temor de propuestas de candidatos presidenciales demócratas que abogan por un mayor control sobre las armas.

La comisión del condado aprobó el martes con cuatro votos esta iniciativa -similar a otras ya implementadas en Illinois y Colorado-, propuesta por el comisionado Josh Blake y que contó con el visto bueno del alguacil de Lake, Peyton Grinnell, informaron este miércoles medios locales.

“No se infringirá el derecho de las personas a mantener y portar armas en defensa de sí mismos y de la autoridad legal del estado, excepto que la forma de portar armas puede estar regulada por la ley”, señala la directiva.

Indica que la junta de comisionados “declara al condado de Lake como un Santuario de la Segunda Enmienda para preservar (...) los derechos garantizados por la Constitución de Estados Unidos”.

El comisionado Blake señaló a medios locales que propuso la resolución debido al debate nacional en curso sobre el control de armas y la violencia armada.

“Espero que envíe un mensaje a lo que mejor se puede describir como los fanáticos del control autoritario que ven como su trabajo desarmar por la fuerza a sus conciudadanos”, dijo Blake, según el diario Daily Commercial.

El comisionado lamentó que una de las reacciones nacionales a tiroteos como el de Parkland, en Florida, donde un estudiante mató en 2018 con un fusil semiautomático a 17 personas en una escuela, ha sido “penalizar a los ciudadanos respetuosos de la ley que constituyen la gran mayoría de los propietarios de armas en el condado”.

Blake señaló que la resolución envía este mensaje a sus ciudadanos: “Te respaldamos”.

Precisó que la presentó ante las propuestas sobre el control de armas que han expuesto candidatos a la nominación demócrata para las presidenciales de 2020, entre ellos Kamala Harris, Cory Booker y Beto O'Rourke.

O'Rourke, quien se retiró de la campaña el viernes pasado, llegó incluso a exigir la prohibición de los rifles de asalto, una posición mucho más radical que el resto de aspirantes demócratas y que provocó un fuerte rechazo entre los republicanos.