Gobierno y Generalitat vuelven a la casilla de salida en la primera reunión tras la crisis por Pegasus

Vuelta a la casilla de salida en las relaciones del Gobierno y la Generalitat. Dos años y medio después de que PSOE y ERC acordaran la activación de una mesa de diálogo para la resolución del conflicto político en Catalunya que se ha reunido en contadas ocasiones, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la consellera de esa rama, Laura Vilagrà, se han visto en Moncloa para retomar las relaciones que quedaron bloqueadas por el escándalo del espionaje a líderes independentistas con Pegasus con un único principio de acuerdo: trabajar en un nuevo marco de funcionamiento de la mesa de diálogo.

“Hemos comenzado a trabajar en un acuerdo que debe servir como marco para el acuerdo y la negociación”, ha dicho Bolaños tras el encuentro con Vilagrà, que se ha prolongado durante algo más de dos horas. El objetivo es establecer unas bases de funcionamiento del diálogo, que lleva congelado desde septiembre, cuando se produjo la última reunión de la mesa entre gobiernos. Una “metodología”, ha dicho el ministro. Sentar las bases del funcionamiento fue uno de los pocos entendimientos que se alcanzaron en las primeras citas de la mesa, cuando todavía era Quim Torra el presidente de la Generalitat. Entonces ambas partes concluyeron que ese órgano debería reunirse mensualmente y contar con la presencia de los presidentes cada seis.

Nada de eso se ha cumplido y la relación entre Moncloa y la Generalitat ha estado plagada de altibajos durante este tiempo. La crisis más grave ha sido la que se produjo ante el espionaje a líderes del independentismo a través de Pegasus y que en algunos casos tuvo al CNI como responsable (entre ellos el de Aragonès). El propio Bolaños ha admitido que sigue existiendo una “discrepancia” sobre ese asunto, aunque no ha querido revelar qué es exactamente lo que reclama la Generalitat, y ha defendido las medidas “contundentes” que puso en marcha el Gobierno para garantizar que se cumplen los derechos de las personas y ha mencionado la investigación dentro del CNI, las pesquisas del Defensor del Pueblo o la intención desclasificar documentación en caso de que lo solicite un juez.

“Lo que hemos hecho han sido pasos bastante contundentes en la línea de esclarecer lo que ocurrió, defender los derechos; pero la consellera me ha trasladado que para ellos no ha sido suficiente. Esa parte ha quedado con una explicación mutua de cuáles son la posiciones”, ha señalado el socialista.

“En este momento no se descongela la mesa de negociación, se pretende que haya unas garantías de relaciones institucionales entre ambos gobiernos”, ha declarado Vilagrà en una rueda de prensa en Blanquerna, la sede del Govern en Madrid, a donde se ha trasladado desde Moncloa. “No podemos hablar de normalización de las relaciones institucionales (…) para nosotros es necesario profundizar en la negociación, tiene que haber un diálogo más intenso”, y ha agregado: “La represión es incompatible con la negociación política y por eso exigimos estas garantías. Hoy hemos acordado trabajar esas garantías para estar a la altura de las necesidades y de los hechos y trabajaremos para que haya resultados en los próximos días”.

La consellera también ha recordado que “se tiene que tener pleno respeto a todos los proyectos políticos”, ya que todos tienen “legitimidad política y social y no se puede criminalizar a ninguno”, pues eso es lo que le ha pasado, a su juicio, al movimiento independentista.

Más allá de eso, Bolaños y Vilagrá han reiterado la intención de que se produzca una reunión entre Sánchez y Aragonès que ambos convinieron hace más de mes y medio. El ministro ya ha advertido de que la “agenda” del presidente es complicada, pero según la consellera se verán antes del verano. “Retomamos este horizonte con el diálogo”, ha dicho Bolaños, que ha asegurado que la “estabilidad es necesaria porque reafirma un eje fundamental de la legislatura”. Preguntado por si han abordado el apoyo de ERC a las leyes del Gobierno, que no se está produciendo desde la ruptura por el espionaje, Bolaños ha dicho que ha sido una reunión entre gobiernos.