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HRW acusa a UE de no actuar contra la “brutalidad” croata hacia refugiados

Zagreb —

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Zagreb, 3 may (EFE).- La ONG internacional Human Rights Watch (HRW) acusó este miércoles a la Unión Europea (UE) de “hacer la vista gorda” ante las persistentes violaciones de los derechos de los solicitantes de asilo por parte de las autoridades croatas, que siguen practicando una “brutalidad habitual” contra los refugiados.

“La policía croata devuelve en caliente con regularidad y a menudo de forma violenta a refugiados, solicitantes de asilo y migrantes a Bosnia y Herzegovina, sin evaluar sus solicitudes de asilo ni sus necesidades de protección”, afirma HRW.

La oenegé hace esta denuncia en un informe de 94 páginas titulado “'Como si fuéramos animales': Devoluciones en caliente de personas en busca de protección de Croacia a Bosnia y Herzegovina” y publicado hoy.

El documento se basa en testimonios de más de un centenar de personas, incluidos 20 menores no acompañados y una decena de familias con niños pequeños, que describieron cómo fueron forzados a volver a Bosnia-Herzegovina desde Croacia, sufriendo con frecuencia agresiones brutales.

Los casos más recientes datan del pasado día 23, con lo que Croacia sigue violando la legislación europea y las normas internacionales de los inmigrantes aún después de haber entrado este año en el área Schengen de libre circulación europea.

Según los activistas de la ONG, una y otra vez, la policía croata somete a los inmigrantes, sean adultos o niños, a un trato violento, humillante y degradante, y “a veces explícitamente racista”.

Las autoridades del país balcánico niegan a los refugiados presentar una solicitud de asilo, como es su derecho en cuanto han logrado entrar en el territorio comunitario.

Además, recurren a actos de violencia contra los refugiados, a quienes encierran arbitrariamente en recintos fríos e inadecuados, y antes de devolverlos ilegalmente a Bosnia los obliga a firmar textos escritos en croata que no entienden, según los testimonios.

A menudo también destruyen o se apropian de los teléfonos celulares de los inmigrantes, de su dinero, documentos de identidad y otras pertenencias personales.

En las ilegales devoluciones en caliente se obliga a los migrantes a cruzar partes especialmente difíciles y peligrosas de la frontera con Bosnia, como ríos, rocas, bosques muy frondosos, con frecuencia por la noche, dejándolos desorientados y sin saber cómo pueden llegar a un lugar poblado.

Algunos testigos aseguran que la policía los devolvió en caliente varias decenas de veces, negándoles rutinariamente el derecho de pedir asilo.

El Gobierno de Croacia lleva años rechazando los informes de diversas ONG sobre estos maltratos brutales en su frontera.

Según HRW, algunos meses antes de que la UE aprobara la entrada de Croacia en la zona Schengen, paso que se concretó el 1 de enero de 2023, parecía que las devoluciones en caliente eran menos frecuentes y violentas, pero ya en marzo de este año estas prácticas volvieron a ser tan frecuentes como antes.

La ONG afirma que Zagreb tampoco respeta los derechos de los inmigrantes que devuelve en virtud de un “acuerdo de readmisión” con Bosnia-Herzegovina, pues lo hace sin tener en cuenta las necesidades de protección y sin ofrecer “las debidas garantías procesales fundamentales, incluido el derecho de apelación”.

“Estas readmisiones”, que afectaron a varios centenares de personas en marzo y abril pasados, “son en realidad expulsiones sumarias masivas”, afirma el informe.

HRW insta a las instituciones de la UE a que “actúen decididamente para obligar a Croacia a rendir cuentas por estas violaciones regulares de la legislación europea y de las normas internacionales”.

Las autoridades croatas también deben ser obligadas a proporcionar información más concreta y verificable sobre las medidas adoptadas para mejorar la situación y posibilitar mecanismos independientes de control del comportamiento de la policía, subrayan los activistas.