El exalcalde de Almendralejo, absuelto en el juicio de la Púnica: “El daño causado no se puede borrar”

El exalcalde de Almendralejo (Badajoz) José García Lobato ha afirmado este martes que su absolución en la trama de corrupción Púnica le ha devuelto la “tranquilidad” tras 11 años “muy duros”, aunque ha subrayado que la sentencia ni repara ni borra el daño personal y político sufrido durante todo este tiempo.

García Lobato, absuelto por la Audiencia Nacional, ha reconocido que el proceso judicial marcó de forma decisiva su trayectoria pública, en la que pasó de la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Almendralejo a perder las elecciones de su ciudad, donde asegura haberse sentido durante años “juzgado previamente”.

Según ha destacado en declaraciones a EFE, su inclusión en la macrocausa se construyó “buscando analogías con otros ayuntamientos, en cuanto a posibles cosas que podrían haber pasado”, pese a que en su caso no se produjeron hechos delictivos a diferencia de otros municipios, ya que la sentencia de más 600 páginas condena a 29 personas.

A su juicio, el tiempo transcurrido hace imposible revertir muchas situaciones vividas, tanto en el ámbito personal como profesional, y ha admitido que no espera disculpas de quienes le criticaron duramente porque “eran conscientes de lo que estaban haciendo”.

El exregidor popular ha defendido que su decisión de apartarse de la primera línea política en 2023 fue un “acto de responsabilidad” para no perjudicar a su partido, aunque siempre contó con respaldo interno. En este sentido, ha destacado la llamada recibida este lunes por parte de la presidenta regional, María Guardiola, que le trasladó su enhorabuena tras conocerse la sentencia, un gesto que ha valorado especialmente.

García Lobato no se plantea un regreso a la vida política en un papel protagonista, aunque ha señalado que queda a disposición del Partido Popular para colaborar y aportar con su experiencia “desde donde sea útil”, recalcando que hoy entiende que ya no es “un elemento negativo para nadie”.

Por su parte, su abogado, Juan María Calero, ha calificado la sentencia de “justa en el resultado, pero absolutamente injusta en la demora”, al considerar desproporcionados los once años de procedimiento. Según ha señalado, su defendido ha quedado absuelto, pero “con la pena ya cumplida”, en alusión al desgaste personal, familiar y profesional acumulado durante más de una década.

El letrado ha defendido que García Lobato es “un hombre honesto” y que así lo deja claro la resolución judicial, al descartar cualquier participación en prácticas corruptas o en la recepción de dádivas. Ha subrayado además que no existieron pruebas incriminatorias ni reproche penal o administrativo alguno, y que la causa se sostuvo durante años sin base suficiente, lo que ha tenido “daños colaterales irreparables”.

Aunque el fallo no es firme y puede ser recurrido, la defensa considera que la sentencia deja plenamente acreditada la actuación correcta del exalcalde, que afronta ahora esta etapa con alivio judicial, pero con la convicción de que “el daño causado no se puede borrar”.