La recaudación del Estado bate récords: ingresa 300.000 millones hasta noviembre, más que en todo 2024
El Estado nunca había contado con tantos recursos como hasta ahora. La recaudación de impuestos ha batido récord y ya supera los 300.000 millones de euros, cuando solo falta un mes para cerrar 2025, superando en once meses todo lo que ingresó el fisco en el ejercicio 2024. En concreto, hasta noviembre hay 6.600 millones de euros más en las arcas públicas que en diciembre del año pasado.
Los últimos datos de la Agencia Tributaria, correspondientes al mes de noviembre y publicados este lunes, muestran una recaudación disparada, con un crecimiento por encima del 10%. O lo que es lo mismo, 27.000 millones más que en el mismo periodo del año pasado.
Por ponerlo en perspectiva, los ingresos tributarios del Estado crecen tres veces más que la economía española: el producto interior bruto (PIB) avanzó a un ritmo del 2,8% interanual en el tercer trimestre del año, de acuerdo con los últimos datos publicados por el INE.
Las arcas públicas alcanzaron en noviembre la cifra récord de 301.555 millones. No solo es la primera vez que se rompe esa barrera psicológica, sino que se superó el total de recaudación del año pasado, que también fue histórico (294.734 millones). Si la actividad impositiva se comporta como lo hizo el año pasado, Hacienda recabará más de 320.000 millones de euros en 2025, unos datos que se conocerán ya en el mes de marzo, cuando se presenten los datos de ejecución presupuestaria del cierre del año. Se trata del 19% del PIB.
La buena marcha del empleo dispara la recaudación
¿Qué hay detrás de la buena marcha de la recaudación? Fundamentalmente, el dinamismo de los dos grandes impuestos recaudadores: el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
El buen comportamiento del empleo y de los salarios ha hinchado los ingresos del IRPF, que recaudó 133.282 millones hasta noviembre. Son 4.000 millones más de lo ingresado en todo 2024. A esta abultada cifra ha influido también la conocida como 'progresividad en frío'. Es decir, el efecto de no actualizar los tramos del impuesto con la inflación. Esto hace que parte de las subidas salariales para compensar el alza de los precios provoquen un salto en el tramo del gravamen, traduciéndose en mayores ingresos para Hacienda sin que lo perciban ni el bolsillo ni el bienestar de la ciudadanía.
Según explica la Agencia Tributaria en el informe mensual, hay varios fenómenos que explican este aumento de los ingresos. Por un lado, por el pago del segundo plazo de las cuotas de la Declaración de la Renta de 2024. Unos recursos que no están afectados por el aplazamiento que se hizo el año pasado para los afectados por la Dana que arrasó la provincia de Valencia.
Por otro, la “aceleración” en las retenciones del trabajo, que crecen un 8,5%, gracias a la mejora del empleo y de unas subidas salariales en el empleo privado superiores a las que se estaban dando a mediados del año. Si bien en los sueldos públicos esto aún no se refleja, ya que la actualización se comenzará a aplicar en la nómina de diciembre. También se percibe en las retenciones de las pensiones, gracias, sobre todo, a un aumento en el número de perceptores.
El IVA, el otro gran impuesto recaudador, captó hasta noviembre 94.416 millones de euros. También en este tributo se superaron las cifras de diciembre del año pasado (90.541 millones), aunque en 2024 aún se aplicaban determinadas rebajas a los tipos de los alimentos básicos y también al tipo de la electricidad. Todas ellas han desaparecido este año, lo que afecta al alza de la recaudación. Además, la buena marcha del empleo y las tímidas ganancias de poder adquisitivo azuzan el consumo, que es lo que grava este tributo.
Por su parte, el Impuesto de Sociedades se situó en 35.942 millones, en un mes en el que no se producen ingresos relevantes en esta figura. De comportarse como el año pasado, en diciembre debería superar los 40.000 millones de euros de recaudación por primera vez desde antes de la crisis financiera.
La reforma fiscal de Montero suma 5.443 millones
Una buena parte de los 27.000 millones de recaudación ‘extra’ del Estado hasta noviembre vienen motivados por varios cambios normativos que han entrado en vigor este año: desde la desaparición de rebajas fiscales, a la aplicación de la reforma fiscal que se aprobó a finales de 2024, tras una durísima negociación del Ministerio de Hacienda con sus socios parlamentarios.
Por ejemplo, todas las medidas contempladas en la reforma fiscal (Ley 7/2024) han tenido un efecto positivo sobre la recaudación de 5.443 millones de euros. Aquí se incluyen los ingresos del nuevo impuesto a la banca (1.423 millones), unos recursos que el Gobierno se comprometió a repartir entre las comunidades autónomas.
La recuperación de los tipos de IVA en electricidad, gas natural, madera y pellets, y de los alimentos, así como los de otros tributos vinculados a la energía que se redujeron durante lo más duro de la crisis inflacionaria, aportaron 3.700 millones de euros a las arcas públicas.
A la contra, el pago de indemnizaciones millonarias derivadas de sentencias judiciales (como, por ejemplo, la de los mutualistas) ha supuesto un desembolso de más de 2.400 millones de euros por parte del Estado.
El buen comportamiento de la recaudación es una de las claves por las que el Gobierno ha sido capaz de sobrevivir un segundo año sin unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) actualizados. Ha dado margen fiscal suficiente para determinadas medidas discrecionales de gasto (como la subida de las pensiones o la de los salarios de los empleados públicos), al tiempo que ha permitido constreñir algunas partidas cumplir con el objetivo de déficit pactado con Bruselas.
Estos recursos récord permitirán al Gobierno elaborar un borrador de Cuentas Públicas récord, con un techo de gasto de 216.177 millones de euros, una cifra que también es récord. El Ministerio de Hacienda nunca había contado con tantos recursos de cara a redactar unos Presupuestos con los que tratar de atraer a sus socios, especialmente a Podemos y a Junts, los más beligerantes.
Con todo, y a pesar del buen comportamiento de las cifras, la presión fiscal (la ratio de los ingresos fiscales sobre el tamaño de la economía, medido en términos de PIB) de nuestro país sigue muy lejos de la media de nuestro entorno. Con las cifras de 2024, sería necesario recaudar 50.000 millones más al año para alcanzar la media de la Unión Europea. Un cambio que, de momento, queda muy lejos.
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