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El verano de 2019, el que menos muertes registra en las carreteras desde que hay cifras oficiales

Foto de archivo: Un operario retira uno de los vehículos siniestrado en un accidente en la A-6.

Fátima Caballero

El verano de 2019 se va a convertir, a falta de apuntar los datos de las comunidades que tienen transferida la gestión del tráfico (Navarra, País Vasco y Catalunya), en el de menos muertes en las vías interurbanas desde que empezaron a registrarse, en 1960. Esta tendencia en la reducción de personas fallecidas en las carreteras durante los meses de julio y agosto (cuando más desplazamientos se producen), se suma a la iniciada durante el año. En el primer semestre del año, se han perdido 491 personas, 51 menos que en el mismo periodo de 2018.

A falta de los últimos datos que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, detallará este jueves en una rueda de prensa, en julio han fallecido 119 personas, diez menos que en el mismo mes del año pasado y agosto apunta a un descenso histórico. Hasta el día 27, último día en el que la Dirección General de Tráfico informó de los datos, habían fallecido 86 personas en las carreteras interurbanas españolas, 32 menos que el mismo día de 2018, lo que supone un descenso del 27%.



En las últimas dos décadas, desde principios de siglo, los fallecidos en las carreteras interurbanas durante los meses de julio y agosto han descendido más de un 75%. La clave de esta reducción se produjo entre 2004 y 2012, cuando España se convirtió en un referente mundial en políticas de seguridad vial. La espectacular reducción de las víctimas en las carreteras, que pasaron de 5.399 anuales a 1.903 en una década, situó al país como referencia europea de la lucha contra la siniestralidad. Al frente del equipo que puso en marcha medidas como el carné por puntos estaba Pere Navarro, director de la Dirección General de Tráfico (DGT) durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y que ha vuelto a la institución de la mano de Pedro Sánchez cuando salió adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy.

El presidente socialistas recuperó a una de las figuras más respetadas del periodo de Zapatero, tras cuya marcha la DGT vivió años de crisis (con tres directores en cuatro años) y un repunte de los fallecidos en accidentes de tráfico.



2015 confirmó que la tendencia a la baja de víctimas mortales en las carreteras españolas, que hubo durante diez años, se había terminado. Quedó tocada la imagen de una de las instituciones mejor valoradas por la ciudadanía: la Dirección General de Tráfico. La tendencia de caída de víctimas en el asfalto se esfumó así durante los primeros años de Gobierno de Mariano Rajoy, pero las cifras registradas apuntan a que se ha revertido de nuevo. En 2019 ya se puede volver a hablar de menos víctimas mortales respecto a años anteriores como confirman los datos de los ocho primeros meses del año.

Todas las muertes son evitables y que se produzca alguna es “un fracaso”. “Como dice Pere Navarro y se lo copio, no hay datos buenos, siempre son malos o menos malos”, defiende el vicepresidente de Stop Accidentes, la asociación que representa a víctimas de siniestros. El objetivo siempre tienen que ser las cero muertes y, a su juicio, por los últimos datos es un horizonte alcanzable.

Para Muñoz, las razones del descenso este verano tienen que ver con el aumento de los radares en las carreteras, tanto los fijos como los móviles y la introducción de los drones como mecanismo de control: “Cuando nos vigilan, las personas nos comportamos y respetamos más las reglas de tráfico”. “Las multas funcionan y la introducción de drones que vigilan las infracciones han sido claves”, añade.

Jorge Ordás, subdirector general de movilidad de la DGT, apuntaba este sábado en una entrevista en eldiario.es que los drones van a ir en aumento como un “instrumento muy útil porque nos permiten dar servicio en zonas a las que se llega con dificultad”.

“Además, nos van a permitir complementar a los helicópteros también en materia de vigilancia: dar apoyo a los usuarios vulnerables, vigilar que se respete la distancia de seguridad con las bicicletas, supervisar que no haya conducción temeraria o que no se rebase la línea continua. Estas son algunas de las infracciones más típicas que se pueden detectar con drones”, añadía. Con un dron se puede hasta detectar si una persona está dentro del vehículo sin cinturón gracias a la potencia de sus cámaras que son de gran alcance.



El uso del teléfono móvil al volante y la velocidad son los factores que más inciden actualmente en los siniestros mortales, según explicaba Ordás durante la entrevista, elementos en los que va a centrarse la DGT durante los próximos meses. “A día de hoy el teléfono móvil forma parte del 32% de los accidentes mortales. Por lo tanto, es el factor concurrente más relevante para nosotros en un accidente mortal y tenemos que prestarle mucha atención. El teléfono móvil y la velocidad siguen siendo claves. La velocidad sigue estando también en un 22% de los accidentes mortales”, explicaba Ordás.

Reducción de camiones en las carreteras

El presidente de la Asociación de Automovilistas europeos, Mario Arnaldo, esgrime otros motivos para explicar el descenso de las muertes en las carreteras interurbanas. Se basa en los datos de los seis primeros meses del año, cuando ha habido 51 fallecidos menos que en 2018 y que coinciden con una disminución de vehículos circulando por las carreteras, asegura.

“Coger los datos de solo dos meses es un periodo muy corto para hacer alguna estadística, pero lo que vemos este año es que los datos del primer semestre han sido bastante mejores que el año anterior y los del verano apuntan a que también”, celebra Arnaldo. “Nuestra opinión es que hay un elemento a tener en cuenta y es que en las carreteras convencionales ha habido una reducción de turismos circulando y sobre todo de vehículos pesados, a la vez que ha aumentado el uso de las autopistas (de pago)”, analiza el presidente de la asociación de automovilistas europeos. De la red nacional de autopistas, 27 en total, ha habido un aumento del uso en todas ellas menos en una.

“Que los camiones y vehículos más pesados se hayan trasladado a carreteras más seguras como son las autopistas sin duda ayuda a reducir las muertes”, considera. “El comportamiento del tráfico no es el mismo si hay más o menos densidad y que en las carreteras convencionales haya menos camiones a los que no hay que adelantar influye”, analiza el presidente de la Asociación de automovilistas europeos.

Para Francisco Muñoz de Stop Accidentes hay un elemento más: los más jóvenes están más concienciados cuando se ponen delante del volante y aboga por seguir apostando por la educación vial y la concienciación de todos.

El subdirector de la DGT lo comparte: “Creo que el ciudadano va siendo más consciente del peligro que tiene el tráfico. Eso se ha conseguido gracias a la divulgación, a que el ciudadano sea conocedor de que conducir sin cinturón es peligroso y de que el teléfono móvil es causa de muerte en carretera”, señalaba en la entrevista en este diario hace apenas tres días. “Divulgando, haciendo vigilancia, asegurándonos de que las normas se cumplen, se consigue condicionar un poco el comportamiento en carretera y de alguna manera bajar las cifras de muertos”.

“La gran mayoría de las muertes en las carreteras son evitables”, para Fernando Muñoz, vicepresidente de Stop Accidentes, y los últimos datos avalan. Muñoz considera que ya sea por factores humanos o por ambientales (estado de las carreteras, por ejemplo) una vida menos por un siniestro es un fracaso que empieza por la propia persona pero que es global. Navarro ha regresado a la DGT, aunque en su día dijo que segundas partes no son buenas, para tratar de avanzar hacia esa premisa, colocar la seguridad vial en el centro de la acción política e intentar que España vuelva a situarse a la cabeza de la seguridad vial.

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