Pasados 15 minutos del inicio de la movilización, la cabecera ha pasado por delante de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, a donde se han dirigido las miradas de las manifestantes con gritos de “vergüenza” y “alcalde, la calle está que arde”. Durante unos minutos, las asistentes se han parado de espaldas a la fachada del edificio para clamar “aquí estamos las feministas” y “que no, que no, que no tenemos miedo”. Escribe Marta Borraz.