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El PP celebra el primer año de legislatura colocando a Rajoy como el salvador de la economía y la unidad de España

Reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP después de aplicar las medidas del 155 en Catalunya.

Rodrigo Ponce de León

El aniversario del primer año de la “legislatura del pacto”, como la definió el ministro portavoz y de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha sido celebrada por el Partido Popular con una campaña para regenerar y ensalzar la imagen del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Bajo el lema #1añoafavor, los populares destacan la figura de Rajoy por su “energía y determinación” de manera que “trazó un camino, y decidió seguirlo firme, sin atajos” para que mediante “la voluntad de acuerdo y de consenso” se consiguiera pactar los Presupuestos de 2017 y con “equilibrio en los momentos de mayor incertidumbre” se afrontó el reto secesionista en Catalunya, con la aplicación del artículo 155 y la intervención de la autonomía.      

De esta manera, Rajoy ha sido encumbrado por su partido como el salvador de la economía, apoyado en una retahíla de datos y cifras a pesar de los 3,46 millones de parados, y en el sostén de la unidad de España, a partir de la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución. 

El coordinador general de la formación conservadora, Fernando Marínez Maillo, explicó que “hace un año el presidente juró cumplir con la Constitución después de 10 meses de un Gobierno en funciones y ganar por dos veces las elecciones. Hemos demostrado que somos un partido serio y responsable, que sabemos pactar y que cumple lo que pacta. Hemos gobernado y el objetivo es seguir gobernando”. 

El dirigente popular reseñaba así cómo se había cumplido un año –Rajoy tomó posesión del cargo 31 de octubre de 2016–, en una situación difícil pese al apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE, con la debilidad parlamentaria que supone contar solo con 137 diputados cuando la mayoría absoluta es de 175 congresistas, pero con cierta solvencia para superar “momentos complicados” como la fracasada moción de censura que puso en marcha el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

Una vez que Rajoy ha dado por superado la crisis catalana con la convocatoria de elecciones autonómicas, de manera que ha deslizado el problema a los tribunales en un intento de eliminar el carácter político de las aspiraciones independentistas en Catalunya, los populares vuelven a centrarse en el terreno de la recuperación económica, un ámbito en el que el presidente se siente más cómodo.

Martínez Maillo ha insistido en que “Rajoy salvó a España del rescate económico” y ahora ha respondido al desafío secesionista “con prudencia y mesura pero con eficacia para que se devuelva la legalidad sin intervenir la autonomía catalana”. La convocatoria de elecciones en el menos tiempo posible desde que se puso en marcha la intervención de la autonomía por parte de Rajoy ha provocado una avalancha de alabanzas por parte de los populares a su líder en un momento en el que crecía la crítica interna por la tardanza en la actuación. 

No hay espacio para la autocrítica en el análisis de la legislatura: No se recuerda a los ministros reprobados como Rafael CataláCristóbal Montoro ni a la amnistía fiscal suspendida por el Tribunal Constitucional, la utilización de los tribunales para frenar las políticas de otros partidos y en otras administraciones o la ratificación por el Congreso de la utilización de la policía por el ministerio del Interior para dañar a la oposición además de las vergüenzas que destapó la comisión sobre la financiación del PP, entre otros.

Además de estos obstáculos, que han convulsionado la legislatura, el tema que ha borrado completamente de su vocabulario el presidente y, por tanto, el Partido Popular, ha sido la corrupción, pese a que Rajoy tuvo que ir a declarar por el caso Gürtel y los juicios pendientes siguen siendo un nubarrón sobre la gestión de los populares.    

En los últimos mensajes de Rajoy no hay alusiones a Catalunya ni a los dirigentes catalanes que han sido encarcelados o se encuentran en Bélgica. Las tensiones generadas por la orden de la jueza de mandar a los miembros del Govern a prisión no han hecho mella aparentemente en Rajoy, en cuyo partido insisten en que los secesionistas estaban avisados, tanto por el líder el PP como por otras instituciones catalanas.

El presidente ha vuelto a colocar a la economía como objetivo principal: “El empleo y el bienestar de las personas sigue siendo prioridad para mi Gobierno. Sigamos trabajando para favorecer su creación”, señaló en una red social. En el último Comité Ejecutivo del partido ni siquiera pronunció el nombre del destituido president de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Ahora el principal objetivo del Gobierno del Partido Popular es sacar adelante los Presupuestos de 2018. De hecho, en el  consejo de ministros del pasado viernes se aprobaron los proyectos de Ley del Cupo Vasco y de modificación del Concierto Económico, ambas comprometidas en el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el Ejecutivo vasco. Un guiño a los dirigentes del PNV, esenciales para que Rajoy consiga los votos necesarios para sacar adelante las cuentas del próximo año.

Aunque en Moncloa son conscientes de que no hay tiempo antes de que acabe el año para aprobar las cuentas públicas de 2018, también son conscientes de que la aprobación de los presupuestos supondrían un paso de gigante que le facilitaría terminar la legislatura y le serviría como aval de estabilidad para que le vuelvan a abrir las puertas los países más poderosos de Europa

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