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Investigación

Las sombras de Sotheby’s, la empresa que intervino en la venta del Goya de Aguirre y su marido

montaje sothebys

Peio H. Riaño

16 de septiembre de 2021 22:09 h

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El próximo martes 21 de septiembre James Macdonald, director de Sotheby’s Londres y responsable en esa compañía de las ventas privadas de maestros antiguos, declarará como testigo en el juzgado de instrucción 26 de Plaza Castilla, en Madrid. Tendrá que aclarar el contexto de la tasación y venta del retrato de Valentín Belvís de Moncada y Pizarro, marqués de Villanueva del Duero, pintado por Francisco de Goya en 1800. Él fue quien puso precio al cuadro y convocó a las especialistas que confirmaron que se trataba de un Goya.

El experto de Sotheby's recomendó a la familia política de Aguirre no declarar la pintura como Bien de Interés Cultural (BIC) por las dificultades para venderla y los impuestos asociados. Fijó un precio mínimo de siete millones de euros. Unos meses después, el retrato fue vendido por el marido de Esperanza Aguirre, Fernando Ramírez de Haro, al empresario Juan Miguel Villar Mir por cinco millones de euros, dos menos del precio fijado por Macdonald y sin declararlo como BIC, en una operación que ahora investiga la justicia. La Fiscalía cree que la compraventa pudo suponer un presunto fraude fiscal.

Un hermano de Fernando, Íñigo, se ha querellado contra el marido de la expresidenta, contra la propia Aguirre, contra Villar Mir y contra el albacea que certificó esta operación por simular una “donación verbal” del cuadro de Goya y otras obras de arte por un valor total de 8 millones de euros. Íñigo acusa a Fernando de apropiarse de esa herencia y defraudar al fisco. Según esa querella, Sotheby’s asistió a su cliente en la venta de la obra maestra, que todavía no existe para el Ministerio de Cultura ni para la Comunidad de Madrid, dado que no ha sido declarada como Bien de Interés Cultural (BIC) casi diez años después. 

El marchante especificará ante los tribunales españoles cuál fue la participación de la casa de subastas internacional en la operación realizada en julio de 2012. Después de que Juan Miguel Villar hiciera el ingreso de los cinco millones de euros, la Comunidad de Madrid facilitó los permisos para derribar el conjunto de edificios históricos en Canalejas (Madrid), para que el empresario pudiera construir un hotel, apartamentos y un centro comercial de lujo. 

“El riesgo de solicitar una licencia de exportación es que la pintura sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC), lo que la haría mucho menos atractiva para posibles compradores dentro de España por las diversas obligaciones que acompañan a la propiedad de un cuadro protegido, así como los nada despreciables impuestos de transmisión adeudados en el momento de la venta”, aseguró Macdonald en el informe de tasación al que ha tenido acceso elDiario.es.

Una venta investigada en los tribunales

El experto de Sotheby’s tendrá que aclarar este punto que se negó a responder a este periódico. Desde Sotheby’s Londres sí aseguraron a elDiario.es que facilitaron la venta, pero que no vendieron la obra en sí. En el informe entregado a la familia de Esperanza Aguirre, la casa de subastas reconoce que su tarifa incluye el riesgo de pérdida o daño, el transporte, el trabajo jurídico, la fotografía, la reunión con los expertos en sus oficinas, así como el ingreso del pago una vez vendido. 

La comisión para una venta privada de este nivel, según les explicó Macdonald, es del 12% si la cantidad de la venta superara los 700.000 euros. Si no fuera así, la casa se llevaría un 25% por la venta privada. Sin embargo, el comerciante ofreció a la familia política de Aguirre una rebaja. “Como señal de mi entusiasmo por el cuadro”, argumentó. Dejó la comisión por la venta en un 10% sobre el precio, es decir, más de medio millón de euros, frente a los 600.000 que suponía pagar la tarifa habitual.

Macdonald, entonces director de ventas de pintura antigua de la casa de subastas Sotheby’s, había volado hasta España para valorar el cuadro en persona. La pintura de Goya colgaba sobre la chimenea de la primera planta del palacete del centro de Madrid en el que vivía la madre de Fernando Ramírez de Haro. Macdonald relató a la revista Ars Magazine que se dio cuenta de inmediato de que era una obra maestra.

Aurora Zubillaga, directora general de Sotheby’s España, ha decidido no responder a las preguntas de este periódico acerca de la inminente declaración de James Macdonald en los tribunales españoles en el caso que investiga el presunto fraude de impuestos. La acusación también pidió a la jueza del caso la declaración de Zubillaga y de Manuela Mena, jefa de conservación del siglo XVIII y Goya en el Museo del Prado, que fue quien certificó –primero en la oficina de Sotheby’s y después en los talleres del propio Prado– que se trataba de una pintura del aragonés.

Sotheby’s facilitó la venta privada del retrato realizado por Goya y recabó la opinión de los principales expertos para confirmar su atribución y buscar, a partir de ese momento, un comprador para el cuadro. James Macdonald llamó a Manuela Mena y Juliet Wilson –la experta en Goya que trabaja con Mena– para que examinaran la obra y las especialistas confirmaron que el cuadro era “un retrato desconocido de Goya”. Una vez tuvo el “sí” de Mena, Sotheby’s valoró el precio del cuadro en un mínimo de siete y un máximo de ocho millones de euros. 

Problemas en EEUU

El papel de Sotheby’s en la compraventa de obras de arte y los consejos que ofrece a los vendedores para reducirse impuestos están en estos momentos bajo la lupa judicial en Estados Unidos. La fiscal general de Nueva York, Letitia James, demandó a Sotheby’s en noviembre de 2020 por defraudar a los contribuyentes de la ciudad. Según sus investigaciones, la casa de subastas ayudó a un cliente millonario a evadir impuestos para impulsar sus propias ventas. Letitia James asegura que Sotheby’s facilitó a su cliente la creación y el uso de certificados de exención de impuestos que no le correspondían. Era un coleccionista, no un comerciante que iba a revender. De esta manera, entre 2010 y 2015, uno de sus clientes millonarios evadió los impuestos estatales y municipales sobre 27 millones de dólares en compra de arte. El Wall Street Journal identificó al cliente como Isaac Sultán, empresario venezolano y presidente de Atlantic Feeder Services USA, con sede en Miami.

“No se puede permitir a los millonarios y multimillonarios evadir impuestos mientras que todos los días los estadounidenses pagan lo que les corresponde”, dijo la fiscal general James. “Sotheby’s violó la ley y despojó a los contribuyentes de Nueva York de millones de dólares solo para aumentar sus propias ventas. Esta demanda debe ser un mensaje claro para que se entienda que no importa lo rico e influyente que seas, nadie está por encima de la ley”, añadió James. De hecho, la investigación de la Oficina del Fiscal General ha descubierto que Sotheby’s ayudó al dueño a colgar en su apartamento los cuadros con los que supuestamente debía comerciar. 

Sotheby’s informó al coleccionista, según explica la oficina de la Fiscal General, de que podía usar un certificado de reventa y ayudó a completar el certificado, “incluida la declaración falsa de que era comerciante de arte aunque, en realidad, el coleccionista no le había dicho a Sotheby’s que era un comerciante de arte y Sotheby’s sabía que el negocio de su cliente era el transporte marítimo”. Ese no fue el único amaño que realizó la casa de subastas con este comprador según el relato de la fiscal: en 2015 ya había aceptado otros tres certificados “igualmente falsos facilitados por empleados de Sotheby’s”. Y esto a pesar de “la abrumadora evidencia” de que el comprador no era un marchante sino que compraba arte para uso personal.

Los abogados de Sotheby’s alegaron a finales de 2020 que la fiscal general solo quería “castigar” en lugar de “recuperar el impuesto sobre las ventas”, porque el Estado llegó a un acuerdo con el comprador en 2018 para que compensara el impago del impuesto por las obras adquiridas. Además apuntaron que en lugar de ejecutar “una conspiración para evadir impuestos”, el gerente de Sotheby’s simplemente estaba “mal capacitado”.

Contactada por elDiario.es, Sotheby’s asegura que ha actuado de forma adecuada y de conformidad con la ley, y ha cumplido con todas sus obligaciones pertinentes. “En cuanto al retrato de Goya de Valentín Belvís y Moncada, Sotheby's actuó adecuadamente y cumplió con todas sus obligaciones en cada paso del proceso. Sotheby's no tiene conocimiento de la existencia de problemas fiscales en relación con este asunto”, explican desde la casa de subastas. Sobre el caso de Nueva York, explican que las acusaciones de la Fiscal General son “infundadas”. “Este es un tema entre el contribuyente y el estado que data de hace entre cinco y diez años y que, como señaló la Fiscalía en su denuncia, se resolvió hace dos años”, sostiene Sotheby’s.

Pelea de gallos

Sotheby’s y Christie's, la otra gran empresa de subastas de arte, mantienen una pelea por ser la número uno en su sector. Entre 2013 y 2018 la firma de François Pinault superó los ingresos anuales de Sotheby's. El golpe más duro sucedió en 2017 cuando el oscuro Dimtry Ryboloulev –presidente del AS Mónaco y al que Forbes estima una fortuna de 8.500 millones de dólares– entregó la venta de Salvator Mundi a Christie’s. El empresario ruso había comprado a un intermediario suizo el dudoso Leonardo da Vinci por 115 millones de euros en 2013. El 15 de noviembre de 2017 Christie’s vendió el cuadro en su sede del Rockefeller Center de Nueva York por casi 380 millones de euros. Es la pintura más cara de la historia de las subastas y duplicó el récord previo de Pablo Picasso.

Fue adquirida por un pujante anónimo, clasificado como UHNWI (Ultra High Net Worth Individuals o Individuo con Patrimonio Neto Muy Alto), que terminó por desvelarse como el príncipe de Arabia Saudí Mohammed bin Salman. Ahora el Museo del Louvre, máxima autoridad institucional en la obra del pintor italiano, duda de la atribución que dio por buena la National Gallery de Londres. 

Sotheby's reaccionó con una serie de cambios estratégicos, sobre todo para ampliar su política de precios y reducir las tasas de las ventas online. Gracias a esas medidas Sotheby's, dirigida por Patrick Drahi, superó en ventas totales a Christie’s en 2020 al cosechar 5.000 millones de dólares, un 16% menos que en 2019. Esta última logró 4.400 millones de dólares, una caída del 25% respecto al año anterior. La mayor parte de los ingresos de ambas casas provienen de las subastas en vivo, que en 2020 se vieron drásticamente reducidas debido a la pandemia del coronavirus. Otra parte de sus beneficios llegan con las transacciones privadas, al margen de la luz pública y sin varias ofertas, entre dos coleccionistas. 

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