El Supremo anula el cese del coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos

Alberto Pozas

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El Tribunal Supremo ha anulado la destitución del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos en 2020. Los jueces de lo contencioso-administrativo han estimado el último recurso del mando de la Guardia Civil contra la decisión del ministro Fernando Grande-Marlaska de apartarle de la dirección de la Comandancia de Madrid después de que hace tres años se negara a informar a sus superiores sobre la investigación que había abierta en torno al 8M feminista.

Fuentes oficiales del Ministerio del Interior especifican que el departamento que dirige Grande-Marlaska está a la espera de conocer el contenido íntegro de la resolución, pero reitera que “las razones de fondo que decidieron el cese persisten y se han visto confirmadas y consolidadas con los elementos conocidos con posterioridad”. La decisión no solo implica que Pérez de los Cobos tiene derecho a reincorporarse a la jefatura de la Comandancia en los próximos dos meses: tiene derecho a cobrar todo el dinero que habría cobrado en ese puesto en los últimos tres años.

Diego Pérez de los Cobos salió del anonimato que envuelve habitualmente a los altos mandos de la Guardia Civil cuando compareció como testigo, por partida doble, ante la sala de lo penal del Tribunal Supremo. Lo hizo en 2019 durante el juicio al procés para apuntalar el relato de violencia independentista el 1 de octubre, y volvió un año más tarde para volver a dirigir sus acusaciones más duras contra Josep Lluís Trapero, major de los Mossos d'Esquadra. En el segundo caso, su testimonio no consiguió evitar una sentencia absolutoria.

Poco después de ese juicio llegaba la pandemia y llegaba también la causa judicial contra el Gobierno y las autoridades sanitarias por permitir la manifestación del 8 de marzo feminista cuando, según un abogado estafador, el ejecutivo ya conocía el alcance real de la pandemia. Fue en el marco de esa causa cuando la Guardia Civil emitió dos informes que, plagados de errores, bulos y manipulaciones, culpaban al Gobierno de una explosión de contagios a raíz de esa manifestación.

El coronel Diego Pérez de los Cobos estaba entonces al frente de la Comandancia de Madrid, y su cese llegó en mayo de 2020 seguido de varias dimisiones como la de Laurentino Ceña, entonces director operativo del cuerpo. Después de diversas explicaciones contradictorias desde el Ministerio del Interior, el motivo esgrimido para justificar la salida de Pérez de los Cobos es la “pérdida de confianza”. Detrás estaba la filtración de los informes y la queja de no haber informado a sus superiores de su existencia y contenido.

La Audiencia Nacional avaló la destitución

Pérez de los Cobos llevó la destitución hasta la Audiencia Nacional y uno de los juzgados de lo contencioso le dio la razón en primera instancia: anuló la decisión de Interior y ordenó su readmisión. El motivo del cese, dijo esta primera sentencia, fue “ilegal” al estar motivado “por cumplir con lo que la ley y el expreso mandato judicial ordenaban” de no informar a sus superiores. Haberlo hecho, dijo esa sentencia, “podría haber sido constitutivo de un ilícito penal” por contradecir las órdenes de la jueza Carmen Rodríguez-Medel que investigaba un caso que terminó archivando.

La Abogacía del Estado recurrió y la sala de lo contencioso dio la vuelta al caso, avalando la destitución de Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de Madrid. Entendieron los jueces que la pérdida de confianza era por la “no información” del desarrollo de las investigaciones, no de su contenido. Para la Audiencia Nacional existió “motivación” para el cese y no se puede ir “más allá” de certificar la “existencia” de la motivación y su suficiencia.

Ahora la sala de lo contencioso-administrativo del Supremo, en sentencia firme, ha estimado el recurso del coronel y anula su destitución en el final del camino de la Justicia ordinaria para este caso. La sentencia completa, con todos los argumentos, se conocerá en los próximos días y establecerá si Interior está obligado a restituirle en su puesto y a indemnizarle de alguna manera.