Los talibanes y fuerzas afganas libran fuertes combates para controlar Kunduz

Los talibanes han lanzado una ofensiva en Kunduz que las fuerzas afganas aseguran haber logrado contener en una dura batalla que aún continúa en esta provincia nororiental, cuya capital llegaron a tomar los insurgentes en su mayor logro militar desde 2001, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.

Los insurgentes lograron ocupar el distrito de Qala-e-Zal durante los combates que se desarrollan desde hace tres días, el primero que consiguieron tomar desde que el pasado abril lanzaron la que denominan su ofensiva de primavera y desde que tomó el mando del grupo en mayo su nuevo líder, el mulá Haibatullah.

“Nos retiramos del centro del distrito la pasada noche para prevenir bajas civiles, porque los talibanes estaban usando casas como posiciones de disparo, pero por la mañana lo hemos vuelto a capturar”, relató un portavoz de la Policía de la zona, Mahfuzullah Akbari.

Los insurgentes habían tomado la sede del distrito y rodeado puestos de control, y tras recuperar su control las fuerzas afganas, aunque se mantienen enfrentamientos, los talibanes dirigieron su ofensiva a la zona de Dasht-e-Archi de la misma provincia.

“Los combates aún continúan en Dasht-e-Archi, donde unos pocos puestos de control y Qarloq, un área clave en este distrito, han caído” bajo dominio talibán, indicó el portavoz policial.

Al menos veinte supuestos insurgentes y cuatro miembros de tropas afganas murieron en enfrentamientos en Qala-e-Zal, según aseguró a Efe una fuente de la seguridad en la zona que pidió el anonimato y que afirmó desconocer las bajas en Dasht-e-Archi.

Un portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, manifestó en Twitter que Qala-e-Zal sigue bajo sus control y que al menos murieron cincuenta miembros de tropas afganas, aunque los insurgentes suelen exagerar el alcance de sus acciones.

Un miembro del Consejo Provincial de Kunduz, Yusuf Ayubi, declaró que en ambos distritos “casi todas las zonas están bajo control talibán, solo las sedes del distrito y unos pocos edificios siguen en manos de la fuerzas de seguridad”.

Ayubi advirtió de que los puntos más estratégicos de la provincia, como el puerto fluvial de Shir-Khan en la frontera con Tayikistán, pueden caer en manos de los insurgentes.

Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Muhammad Radmanish, manifestó que “no solo la ciudad de Kunduz, sino que ni un solo distrito caerá ante el enemigo”.

“Después de que la situación empeorara en Qala-e-Zal, enviamos tropas, fue recuperado y los combates siguen a unos dos kilómetros de la sede del distrito”, apuntó.

“En Dasht-e-Archi también efectuamos varios bombardeos y la sede del distrito y las áreas que la rodean están bajo nuestro control”, añadió.

Los ataques los efectuó la fuerza aérea afgana, pero “si la situación empeora, seguro que pediremos apoyo aéreo a las fuerzas de Estados Unidos”, subrayó.

El apoyo estadounidense fue clave para recuperar la capital Kunduz cuando en septiembre del año pasado fue tomada por los talibanes, en su mayor logro desde que la invasión de Estados Unidos acabó con el régimen insurgente hace quince años.

Kunduz era una provincia relativamente tranquila hasta hace unos años pero los insurgentes han ganado terreno en varias zonas de Afganistán tras el fin de la misión de combate de la OTAN en 2014 y desde finales de 2015 controlan casi un tercio del territorio, según datos de Washington.