En la manifestación vespertina de Vitoria, el sirimiri ha sido tan acompañante como las batucadas o los cánticos de “machirulo el que no bote”. Con todo, hacia las 20.00 horas la mitad superior de la plaza de la Virgen Blanca se ha ido llenando, aunque hasta la organización temía la imagen de la “plaza vacía”. Unos grandes altavoces han permitido a las asistentes -aunque también había hombres- escuchar un manifiesto muy pegado a los cuidados. “Trabajos ninguneados, limpieza, interinas, ayuda a domicilio, los que ayudan a sostener la vida”, han clamado antes de dar paso a grabaciones de trabajadoras de las residencias privadas. “El coche de mi jefe cuesta mi sueldo de tres años”, ha contado una de ellas sobre sus 1.061 euros mensuales. Y se ha añadido con una invitación a un aullido: “Se reconoce a una zorra feminista por que busca su manada, teje redes y cambia el sistema”.
Informa Iker Rioja Andueza