Pastelitos que destiñen y un recado para su hermana: las redes trolean a la monarquía en la jura de Leonor

Cuanto más seria y solemne es una ceremonia, más se presta a la trasgresión y al humor. Los fastos de la jura de la Constitución por parte de la princesa Leonor con motivo de su 18º cumpleaños han llenado las redes sociales de memes, bromas y fotomontajes sobre un acontecimiento que ha llenado los medios tradicionales de loas y parabienes.

Sin aspirar a un catálogo exhaustivo, algunos de los más ingeniosos han provenido de perfiles de abolengo en esto del choteo digital.

En el mundo propio de Malacarasev, Leonor manda un recadito a su hermana, la infanta Sofía; que no se ha separado de la princesa en toda la ceremonia (incluso han bajado de la mano las escaleras del Congreso de los Diputados al salir de la jura en la Carrera de San Jerónimo).

El escrutinio de las indumentarias no ha pasado por alto el porte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de chaqué. Mientras el rey Felipe VI pasaba revista a las tropas, por instante Sánchez ha caminado junto a la reina Letizia, Leonor y Sofía. El shippeo no ha tardado en aflorar a las redes. 

Tampoco ha faltado a su cita Peli de Tarde, que se inventa una fuga precipitada de Leonor, agobiada por tanto fasto y ceremonia. No se pierdan Jura de amor (Love Constitution, en la versión original) en la sobremesa de este sábado.

Varios ministros y ministras no han acudido a la ceremonia, pero hay quien se ha acordado del muy irreverente Ministerio de los Pasos Estúpidos de los cómicos británicos Monty Python.

También ha habido algo de troleo con los pastelitos 'oficiales' que ha horneado la Comunidad de Madrid a instancias de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, quizá queriendo imitar esa pompa británica que lanza toda una línea de merchandising en ocasiones como esta. La cuestión es que a Ayuso, los pastelitos con la rojigualda le han salido rana.

Y quizá en un guiño inconsciente a Halloween, que se celebra esta noche, nuestros compañeros de la Cadena SER han despejado la duda por si, desde el más allá, algún comensal de última hora se apuntaba a la comida oficial en el Palacio Real.