Mala Rodríguez: “Primero quieres odiar a Merlí y luego entiendes lo amable que es”
María Rodríguez Garrido, Mala Rodríguez, la Mala, lo mismo triunfa en el rap que en el reggaetón o el trap, desde hace más de 20 años, con su deje flamenco particular y el de su mitad gitana. Esta reina de la música urbana española, nacida en Jerez de la Frontera y criada en Sevilla, se aviene a recomendar una de sus series favoritas a los lectores de Continuará. Y es la primera colaboradora de la sección que elige una serie española, concretamente el fenómeno de la ficción catalana Merlí: “La escogí porque me parece muy entretenida. Los personajes me gustan mucho —dice la artista—. Me vi las tres temporadas, y me gustó mucho, mucho, que haya diferentes problemas en distintos tipos de personas y que todo estuviera mezclado con la filosofía. Es muy divertida”.
Merlí se desarrolló a lo largo de 40 episodios entre los años 2015 y 2018 en TV3, cadena para la que fue concebida. Dio el salto a la televisión nacional en La Sexta, doblada al castellano, pero sin el éxito esperado, y ahora se encuentra disponible en Amazon Prime Video y Filmin, y en Netflix internacionalmente, lo que la ha llevado a triunfar en varios países. “Yo la seguí en catalán porque me encanta ver las series en su lenguaje original”, señala la Mala. Ahora Francia e Italia están grabando sus propias versiones, la francesa ya ha empezado a emitirse. Héctor Lozano, creador y guionista que firma la serie al completo, también es autor de su secuela, Merlí: sapere aude (atrévete a saber), que sigue a Pol, alumno de Merlí interpretado por el actor Carlos Cuevas, ahora como estudiante universitario de la carrera de Filosofía. Movistar +, plataforma que la acoge, emitirá su segunda temporada en abril. Aún no se ha hecho público si habrá una tercera. Mientras, Lozano prepara Las kellys, sobre un grupo de limpiadoras de habitaciones en un hotel de costa.
La formación de un espíritu crítico en los adolescentes es el motor del guion de Merlí, y como ha señalado Héctor Lozano, “la libertad sexual”, la representación de sexualidades no mayoritarias, es clave: “'Merlí' es una serie gay, pero heterofriendly” declaraba a Fuera de series. La serie destaca también por su rodaje en escenarios naturales, que, a pesar del modesto presupuesto de una televisión autonómica, consiguen una imagen alegre, llena de sol y vitalidad que retrata una “Barcelona bonita y fea a la vez, que es lo que es” según Lozano.
“El protagonista te hace dudar y eso me parece muy atractivo”
Merlí no aparece en la secuela, pero es el alma y la mente de la serie original. La Mala es, por supuesto, una de las espectadoras cautivadas por el carácter provocador del personaje: “El profesor protagonista me encanta. Primero, porque está interpretado por un gran actor, y también me gusta que le quieres odiar y luego te das cuenta de lo amable que es. Te hace dudar y eso me parece muy atractivo”.
Este protagonista, Merlí, es un nuevo profesor del instituto Ángel Guimerá de Barcelona, que imparte Filosofía en Bachillerato. Los alumnos de su clase pasan a ser sus discípulos “peripatéticos”, en honor a los seguidores de Aristóteles que meditaban mientras paseaban. El docente protagonista está brillantemente interpretado por Francesc Orella, actor de amplísima trayectoria que no había encarnado un protagonista en un escaparate tan visible como resultó ser esta serie. El reparto se completa con actores solventes, todos en un logrado tono natural y ligero, entre ellos, los pesos pesados Ana María Barbany, como madre de Merlí o Pere Ponce, como profesor más convencional.
“Lo que me cautivó es que plantea muchos dilemas éticos”
La serie sigue a Merlí, al resto del profesorado y a los alumnos. Estos se muestran también con sus familias, en una combinación clásica, la serie de instituto, de la que ha habido docenas de ejemplos, en películas o en series, americanas, de otras nacionalidades y españolas. La Mala no es seguidora del género, tampoco de la abundante cosecha española: Al salir de clase, Compañeros, El Internado, Física o química y otras tantas. Sólo le suena Élite por ser “un boom”, pero las demás “no las había visto antes”, e insiste en que Merlí le ha captado por lo que la diferencia de todas las demás: “Es porque habla de filosofía, básicamente. Eso es lo que me cautivó, que plantea muchos dilemas éticos. Me pareció guay por eso. Y también porque mostraba a los personajes de un modo muy cercano y real”.
La elección de enseñanzas filosóficas y su aplicación práctica en la vida de los personajes es lo que entusiasma a los seguidores de la serie, como a la Mala: “Me encanta como meten las pildoritas de filosofía, de hecho, creo que es de las cosas que más me gustaban y el titular cada capítulo con un nombre de un filósofo. Creo que es una linda introducción al tema”.
“Consiguen que te enamores de todos los personajes”
Todos los miembros del grupo de alumnos protagonistas son tratados con cariño por el guionista Héctor Lozano, y como destaca Mala Rodríguez: “Todos los personajes tienen una pequeña evolución o trayectoria desde que empieza la serie hasta que acaba. Todos me han fascinado. Me gusta mucho como profundizan en cada uno y te enamoras de todos. Me gusta mucho la evolución que tiene Pol y también Oksana, la niña ucraniana”.
“Mi recuerdo del instituto es que andaba bastante sola, —evoca la Mala sobre su adolescencia en Sevilla— no era de las populares, tampoco era de las malotas, ni de las superempollonas. Era bastante friki, iba bastante a mi bola, me gustaba el deporte, eso sí. Recuerdo que una vez me escogieron de delegada, pero porque supieron que iba a ser un puto desmadre. Estaba en mi mundo. Hice un grupo de death metal con un compañero al que le gustaba y ahí empecé a investigar mi relación con la música, con mi voz”.
“Adoro que mis canciones aparezcan en películas y otros proyectos”
Y desde entonces, la propia Mala es historia del audiovisual contemporáneo. Los temas que escribe e interpreta han sido utilizados a menudo en bandas sonoras, tanto en películas como Lucía y el sexo o Yo soy la Juani, en videojuegos como Scarface: the world is yours, FIFA 2005, o Need for speed: shift y en series de televisión. Para Vis a vis versionó el tema principal de la serie, la estupenda Silicon Valley utilizó su canción Jugadores, jugadoras. “Me encanta que mi música pueda servir para alguna serie o alguna historia que sea contada con audiovisuales. Adoro que aparezcan canciones mías en películas y en cualquier proyecto de otros artistas, me encanta hacer equipo” señala refiriéndose también a sus muy habituales colaboraciones.
Mala Rodríguez se encontró por sorpresa su tema Fuerza mientras veía la película Un pequeño favor, en Amazon Prime Video, protagonizada por Blake Lively y Anna Hendrick: “Fue de las cosas más increíbles” recuerda. Y no es la primera vez que le ocurre: “Hay movidas de las que yo no me he enterado y de repente estoy viendo el capítulo y digo: '¡Ahhhh, ha salido esta canción, no me lo puedo creer!' ¡Qué subidón, increíble! La sensación es lo más”, disfruta.
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