Podemos e IU vuelven a resquebrajarse en el Ayuntamiento de Sevilla por la negociación con el PP para el presupuesto

Ismael Sánchez (IU) y Susana Hornillo (Podemos), el día que presentaron su pacto hace un año.

Antonio Morente

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El grupo que encabezan en el Ayuntamiento de Sevilla Podemos e IU vuelve a entrar en crisis, como ya ocurrió en el anterior mandato. El detonante ahora ha sido la negociación con el PP para el presupuesto municipal de 2024, al que han presentado unas enmiendas parciales de las que se desmarca IU al considerar que no hay nada que habar con los populares y que lo procedente es una enmienda a la totalidad. La imagen de que Podemos-IU ha sido el único grupo que ha presentado enmiendas (ni PSOE ni Vox lo han hecho) y la reunión mantenida por su portavoz, Susana Hornillo (Podemos), con el alcalde, José Luis Sanz (PP), han dinamitado la relación entre las partes y ahora mismo ningún escenario es descartable.

La oficialidad a la tensión la ha dado un comunicado de IU y el PCA de la capital hispalense, en el que se desvinculan de cualquier “posible apoyo” al gobierno local, ya que entienden que su propuesta de presupuestos “va en contra de la clase trabajadora sevillana, el empleo público y la igualdad entre los territorios”. Asimismo, consideran que “ataca gravemente la memoria histórica, las políticas de igualdad de género, suponen un retroceso en sostenibilidad y ciudad habitable e inciden en el detrimento de los servicios públicos”.

El grupo municipal cuenta con dos concejales, uno de Podemos (Susana Hornillo) y otro de IU (Ismael Sánchez), que son la punta de lanza de una coalición integrada por otras seis formaciones de izquierdas. De hecho, es una mesa de partidos la que toma las decisiones y se intenta siempre que sea por unanimidad, que en la cuestión presupuestaria no existía. Por ello, desde IU interpretan que la decisión era presentar una enmienda a la totalidad, una decisión que es “absolutamente incompatible con la negociación de enmiendas parciales”.

La mayor preocupación de IU y el PCA es de cara a su militancia, que aseguran no entiende que el grupo se haya embarcado en este proceso negociador que le da un respiro al PP. La dirección de ambas organizaciones va más allá y considera que “desde los sectores más progresistas de la sociedad sevillana no es entendible la negociación, ni mucho menos el insinuar un posible apoyo a las políticas de un PP totalmente incompatibles, a todos los niveles, con cualquier avance social, e incluso, democrático”.

Tres líneas rojas

Tras su reunión con el alcalde de este martes, la propia Hornillo ha puesto una cierta distancia con sus propias enmiendas al presupuesto y ha dicho que no son las peticiones del grupo municipal propiamente dichas sino las que ha hecho llegar la ciudadanía. De paso, ha fijado tres líneas rojas para negociar que en la práctica son de imposible cumplimiento para el PP municipal: frenar los vertidos que hará al Guadalquivir la mina de Aznalcóllar cuando reabra, romper toda relación comercial e institucional con Endesa por los apagones que se producen en los barrios obreros y topar los precios del alquiler en la capital. Líneas rojas que, según IU, tampoco han sido ni consultadas ni mucho menos consensuadas.

El edil de IU, Ismael Sánchez, considera que la postura de Podemos es “legítima políticamente”, pero subraya que “no representa al conjunto de la coalición electoral”, en la que también están Más País, Alianza Verde, Verdes Equo, Los Verdes de Andalucía, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alternativa Republicana. A su juicio, la ciudad tiene muchos problemas que no se solucionan con 19 enmiendas a “un presupuesto de derechas que tiene que ser devuelto en su integridad”, y sobre todo reclama que un paso de este calibre no se dé utilizando las siglas de IU.

¿Y ahora qué, está en riesgo la coalición electoral? Sánchez confía en que no, “espero que quede en un hecho aislado” que no pase a mayores y en principio no se plantea “ningún tipo de ruptura política”. Eso sí, no deja de admitir que este episodio se enmarca en que Podemos está “rompiendo frentes amplios” de izquierda en el Congreso, en Galicia “y ahora en Sevilla”. Un “camino en solitario” que, desde un punto de vista político, considera “un total desacierto”.

Fuentes de Podemos, por su parte, señalan que la intención es abordar lo ocurrido de manera interna con la idea de calmar las aguas y que la cuestión no pase a mayores. Lo que sí se subraya es que no hay ninguna intención de romper la coalición y que este roce no tiene correlación con lo que está ocurriendo en el ámbito nacional, desmarcándolo de una supuesta estrategia global del partido para actuar en solitario como marca política.

El contexto de la política nacional

Desde el PCA, su secretario de Política Local, Juan de Dios Villanueva, coincide en que no procedían aportaciones parciales al presupuesto y que sólo cabe la vía de la enmienda a la totalidad. “Esto crea confusión”, lamenta, y no esconde que lo ocurrido “supone un problema de relación” con Podemos. “Veremos qué ocurre los próximos días, porque aquí hay unas líneas rojas y esto no genera buen ambiente”, lo que achaca directamente al contexto que se vive en la política nacional y la decisión de Podemos de caminar en solitario, “de otra manera no se entiende el problema de Sevilla”.

“Espero que no se rompa la coalición”, continúa, a la vez que incide en que “desde nuestro espacio político hacerse la foto con el PP es contradictorio y algo negativo desde un punto de vista político”, porque supone “darle un sorbito de agua” a unos populares que ahora mismo no encuentran aliados para sacar adelante las cuentas municipales. La cuestión, y el propio futuro del pacto, se abordará en la mesa de partidos en la que están representadas las ocho formaciones que integran la coalición.

Ha pasado poco más de medio año desde la constitución del Ayuntamiento hispalense y el grupo municipal de izquierdas ya vive su primera gran crisis, después del periodo de sintonía abierto hace un año con el anuncio del pacto electoral. Retoma así la estela del mandato anterior, que fue especialmente convulso: entonces había dos concejales de cada partido, pero los dos de IU y una de Podemos se unieron en contra de la portavoz, por entonces del partido morado. Tras exhibir discrepancias que no se escondieron ni en el propio pleno, la edil de Podemos, Sandra Heredia, fue expulsada del partido por su militancia en Adelante Andalucía, fue candidata de esta formación en las elecciones municipales, no consiguió acta y en la actualidad trabaja con el gobierno local del PP en el área de asuntos sociales.

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