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El FeSt de Sevilla celebra su primera década con récord de asistencia y con el teatro de calle como asignatura pendiente

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Amalia Bulnes

Diez años haciendo de la necesidad virtud. Éste podría ser un más que sintético resumen de lo mucho acontecido en las artes escénicas sevillanas desde el nacimiento en 2005 del FeSt, un más que elogiable proyecto capitaneado por las salas de teatro privadas de la ciudad que nació con el viento soplando en contra. Arreciando a ráfagas incluso cuando irrumpió en el escenario la crisis económica.

El primer escollo que han convertido estas salas –agrupadas en la asociación Escenarios de Sevilla- en una seña de identidad es el momento del año elegido para su celebración: diciembre-enero, y con las vacaciones de Navidad incorporadas como bisagra entre dos momentos programáticos muy diferenciados. “Pocas cosas se pueden hacer en una ciudad como Sevilla cuando llegan fechas concretas, ya sea Navidad, Semana Santa o Feria. Pero lo que comenzó siendo una cosa forzada es hoy la gran marca de este festival”, reflexiona José María Roca, presidente de la Asociación Escenarios que impulsa la muestra.

El veteranísimo director teatral sevillano reconoce asimismo que, en este año en el que el FeSt supera el listón emocional de la primera década, se han alineado al fin los planetas a su favor y el programa ‘Alumbra’ del Ayuntamiento de Sevilla que ha incentivado el teatro de calle y ha poblado la ciudad de acróbatas, bailarines y espectáculos visuales en las pasadas fiestas, ha sido un acicate para llevar público al FeSt. “En el ecuador del festival habíamos alcanzado ya el mismo número de espectadores que en toda la pasada edición”.

Y es que, para Roca, “el Festival de Teatro y Artes Escénicas de Sevilla es un paradigma de la colaboración público-privada en materia de cultura”. Ha sido uno de los logros conseguidos en esta primera década: incorporar escenarios de titularidad y gestión pública, como han sido los casos del Teatro Central, auspiciado por la Junta de Andalucía; y el Teatro Alameda, un icono municipal para la programación infantil.

“El objetivo siempre fue conseguir que la ciudad respirara artes escénicas durante un mes, consolidarnos como una referencia a nivel del Grec en Cataluña o el Festival de Otoño de Madrid, pero eso no podíamos hacerlo solos las cuatro salas privadas que levantamos en sus inicios el FeSt. La incorporación de los teatros públicos ha sido fundamental y es un signo de que el proyecto sigue creciendo”, explica José María Roca.

No obstante, este festival que tiene una dirección colegiada sigue manteniendo el espíritu inicial de filosofía de trabajo y programación de las salas privadas desde las que se programa y que se integran en Escenarios: La Imperdible, Sala Cero, La Fundición y TNT. “Cada sala es dueña y soberana de los espectáculos que se van a ver en sus espacios durante este mes y eso configura una programación ecléctica, que es lo que más nos interesa”, argumenta Roca, que reconoce que el FeSt tuvo una primera etapa “muy contemporánea, casi en los márgenes… Pero insertarnos en plena Navidad nos hizo reflexionar y hacernos más festivos. El público nos ha dado la razón”, asegura.

Hasta el próximo 26 de enero, cuando se despida esta edición 2015-16 con la entrega de los Premios Escenarios de Sevilla, el FeSt habrá programado hasta 28 espectáculos de la mano de 26 diferentes compañías, 12 andaluzas, 3 internacionales (Japón, Francia y Colombia/Venezuela) y el resto, 11 más, representantes de escenas tan fértiles como las de Cataluña, Madrid y Valencia.

Andalucía a escena

“Y esto es así porque, como cada año, intentamos renovarnos y crecer y en su décimo aniversario, el feSt ha querido apoyar y promocionar especialmente la escena andaluza”, prosigue José María Roca. Por eso, además de promocionar ocho estrenos andaluces, en Escenarios de Sevilla se han unido en la creación del ciclo titulado Andalucía a Escena, que llevó la pasada semana al Teatro Central a las obras galardonadas en las últimas ediciones de los Premios Escenarios de Sevilla 2013-14 y los Premios Teatro Andaluz 2015.

“Ha funcionado muy bien”, asegura Roca al hacer balance; y para quien el teatro andaluz “sigue gozando de muy buen salud” a pesar de que las ayudas públicas hayan “desaparecido” y la subida del IVA a las salas privadas “nos esté matando”. “En la época de eclosión en torno al año 2000 se crearon unas formas de crear y trabajar en materia de teatro muy optimizadas que seguimos conservando. Las producciones teatrales andaluzas quizás sean ahora más humildes, de eso no hay duda, pero de una calidad extrema”, afirma Roca.

A pesar de todo, la asociación Escenarios de Sevilla se plantea retos para el futuro. De hecho, su propio presidente reconoce que tienen una asignatura pendiente: la programación en la calle, esa pata de las artes escénicas que engrandece a todo festival en la ciudad donde se produce. Sin embargo, “estas fechas lo dificultan”, lo que no es óbice, matiza Roca, “para que pongamos a trabajar la imaginación y conseguir hacernos más visibles”.

Con este espíritu cerrarán el día 26 el FeSt en la ceremonia de entrega de los premios Escenarios. “Es nuestra gran fiesta, donde los profesionales del teatro reconocemos el trabajo de otros profesionales…. Y donde nos lamemos las heridas”, se sonríe el gestor cultural sevillano.

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