Una librería de barrio para 76.000 vecinos: Rayuela abre su segunda sede en Sevilla dentro del distrito Macarena
La tienda a la vuelta de la esquina es una comedia romántica con James Stewart y Margaret Sullavan, dirigida por Ernst Lubitsch en 1940, que en España se tituló El bazar de las sopresas. Casi 60 años después, Nora Ephron rodó un remake de aquel clásico (Tienes un e-mail), con Tom Hanks y Meg Ryan, y convirtió el bazar en una pequeña librería, peleándose por sobrevivir al monopolio de los grandes centros comerciales.
La librería Rayuela, referente en literatura infantil y juvenil desde 1996, acaba de inaugurar una nueva sede en Sevilla, su particular tienda a la vuelta de la esquina, entre las calles Albaida y José María Izquierdo, en pleno barrio de Cruz Roja. Es, según sus dueños y el gremio de libreros de la ciudad, la primera librería del distrito Macarena, donde hay censadas más de 76.000 personas.
Es decir, una librería para los 24 barrios que conforman uno de los distritos más extensos de Sevilla, capital de Andalucía, que ronda los 700.000 habitantes y, hasta esta semana, tenía un total de 22 librerías, menos que Santiago de Compostela (99.536 habitantes; 29 librerías) o que Salamanca (146.094 habitantes; 23 librerías).
Este terrible promedio bastaría para que las administraciones culturales que operan en esta ciudad (Ayuntamiento; Diputación Provincial; Junta de Andalucía) se replantearan qué modelo de ciudad están construyendo, quizá, empezando por abrir puentes entre las librerías de Sevilla y las bibliotecas municipales (y los colegios e institutos públicos) para fomentar la adquisición de libros a través del comercio local.
Pero hasta que llegue ese momento de lucidez, la familia de libreros que está detrás de Rayuela [Miguel Escalera y Laura Guerrero] ha decidido abrirse camino al andar en un barrio, su barrio, separado del centro histórico, de la gentrificación, la globalización y del turismo salvaje.
El pasado domingo abrieron las puertas para volver a presentarse de la mano de varios cuentacuentos que, como flautistas de Hamelin, atrajeron a una treintena de niños del entorno. Un entorno que abarca del barrio de Cruz Roja hasta El Cerezo; desde Miraflores hasta Las Golondrinas; desde la Ronda Histórica hasta la SE-30.
Rayuela abrió hace 30 años su primera librería en la calle Barcelona, se trasladó luego a su sede actual -en el entorno de las Setas, en pleno Casco Antiguo- y en 2022 obtuvo el Premio Librería Cultural, otorgado por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL), con el apoyo del Ministerio de Cultura. Sus dueños son Lola Gallardo y Miguel Escalera padre, pero la nueva tienda a la vuelta de la esquina es una aventura de sus herederos, de Miguel hijo y de su pareja, Laura.
Los dos “se enamoraron” de este local, en esta pequeña esquina enfrente de su propia casa, por la que hoy pasan a diario para llevar a sus hijos al colegio, por donde Miguel pasaba cada día, hace 30 años, para jugar con sus amigos del barrio.
La nueva sucursal de Rayuela no sólo ha traído estantes de libros donde antes no había nada. El objetivo de sus dueños trasciende los límites de su pequeña esquina, pretenden avanzar a contracorriente de los tiempos, de la venta on line -que representa el 8,4% de facturación total de las librerías especializadas-, del monopolio de Amazon y del colonialismo de Airbnb. Pretenden “hacer barrio”, por eso en la inauguración, entre lágrimas, Miguel confesó que aquel era “un proyecto familiar, de la familia real y de la familia extensa”, contando con los amigos y vecinos que, junto a sus hijos, arroparon la apertura de la nueva librería.
Junto a la nueva Rayuela hay un local cerrado, con más de 900 metros cuadrados, que hasta 2021 fue un supermercado. Pero antes de serlo, mucho antes, fue el Cine Delicias, que aún conserva el escenario, la pantalla y el patio de butacas que fue un espacio cinematográfico de este barrio hasta la década de los 90. Hoy es un local abandonado.
Mientras terminan de montar las estanterías, Laura Guerrero fantasea con que las distintas asociaciones de vecinos de la Macarena impulsen un proyecto de reapertura del antiguo Cine Delicias como espacio cívico y cultural para el barrio, con un teatro, una sala de exposiciones, un lugar de encuentro de los niños y jóvenes que estudian en los centros educativos del entorno. Una iniciativa que, hoy por hoy, no promociona ningún grupo político de una ciudad donde cada transformación del Plan Urganístico viene asociada al turismo y la hostelería.
La segunda sede de Rayuela bebe del proyecto original, es un ensanche arriesgado del tejido social y cultural de la ciudad, allende los límites de la Sevilla histórica: Lola Gallardo, alma máter de la primera Rayuela, dice que el secreto no es la venta de libros, sino la construcción de “un espacio presencial, cálido, donde la gente viene a estar, a estar entre libros y entre amigos”. “Una librería es un lugar de descubrimiento”, de historias, de aventuras, de personas. “No es un trabajo, es una cuestión de identidad”, avisa.
El Observatorio de la Librería de CEGAL identifica un total de 38 librerías en la provincia de Sevilla, de las cuales 30 forman parte del gremio. De las 22 ubicadas en el núcleo urbano, nueve son generalistas, 11 trabajan con el libro infantil y el libro de texto, mientras que dos son especializadas.
Según la distribución por la ciudad, hay ocho tiendas en el centro, cuatro en Nervión, seis en Triana-Los Remedios, tres en Sevilla Este, una en Los Bermejales, tres en San Pablo-Santa Justa, una en Parque Alcosa y una en el Cerro del Aguila. Ahora, la Macarena tiene la suya propia.
0