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ENTREVISTA
Manuel Cristóbal: “Me gustan los retos y el Festival de Cine de Sevilla no se podía dejar morir”

Cristóbal, en las dependencias del ICAS, junto al Ayuntamiento de Sevilla, con la Giralda al fondo

Javier Ramajo

Sevilla —

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Manuel Cristóbal tiene la complicada papeleta de coordinar el Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF) en su edición más polémica después de los vaivenes del Ayuntamiento, dirigido por el PP tras las elecciones de mayo. Su 20º aniversario se salvó in extremis en pleno mes de agosto tras un pretendido cambio de fecha que generó desconcierto en el sector audiovisual y en la propia ciudadanía, que llegó a asociarse hace un mes ante la incertidumbre generada. Sabedor de que es “un reto bonito pero complicado”, y confiado en el potencial de la cita hispalense, atiende a SevillaelDiario.es apenas unos días antes de que arranque una cita que llega una semana después de los Grammy Latinos, que casi se llevan a la primavera los ya clásicos noviembres cinéfilos de Sevilla. “Hay muchas ganas de festival, eso es lo que he visto”, resume.

A las puertas de su celebración, ¿qué novedades trae esta 20 edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla?

Creo que este año, una vez más, les podemos ofrecer las mejores películas europeas del año, las que han tenido recorrido por otros grandes festivales. Tenemos una Sección Oficial con grandes creadores como Matteo Garrone, Michel Gondry o Wim Wenders. Podemos ofrecer también las Nuevas Olas, con voces más novedosas, y el Panorama Andaluz, para comprender el alcance de todo lo que se está haciendo en el audiovisual andaluz hoy en día.

¿Esa apuesta por el cine de aquí no va en detrimento del cine europeo que viene dando nombre al festival?

No. Tenemos más o menos el mismo número de películas por parte de la Sección Oficial y de la Sección EFA, y tenemos el doble en Panorama andaluz pero por mérito propio. Yo creo que el Festival de Sevilla tiene que tenerle un respeto y un cariño especial hacia el sector andaluz ya que, además, una de las cosas más relevantes de los festivales de cine es que ofrecen la posibilidad de ser un trampolín promocional muy necesario para esas películas y esos cortometrajes. Porque también estamos muy contentos de que en el Panorama Andaluz hayamos añadido tres sesiones de cortometrajes que en principio no estaban contempladas, pero nos dimos cuenta que eran muy necesarias y maniobramos rápidamente para incorporarlas.

En ese sentido, hay otros festivales importantes de cine en Andalucía como el de Málaga y el de Huelva, que este año ha 'adelantado' al de Sevilla y ya ha arrancado. ¿Qué papel juega el SEFF a ese nivel autonómico?

Dentro de los festivales que hay en Andalucía, cada uno tiene su personalidad y, además, son muy complementarios: Málaga está centrada en el cine español, Huelva en el cine iberoamericano y nosotros estamos centrados en el cine europeo. Puede tener sus matices, pero creo que es una complementariedad muy positiva, porque además el de Málaga es en primavera y el nuestro es en otoño. Pienso que hay espacio para la convivencia y para la colaboración. 

¿Cómo fue su aterrizaje en Sevilla, precisamente tras esa vuelta a noviembre después de un intento de cambio de fecha a primavera?

Pues todo surgió cuando me llamó Ruperto Merino, al que conocía cuando estuve en la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid. Había trabajado con él y obviamente cuando te llama alguien que respetas y que te necesita pues acudes a la llamada. Había estado siguiendo el tema, conozco mucha gente en el sector andaluz, y ahora estoy conociendo a más, y justamente acababa de terminar la producción de un largometraje. Bueno, era un reto bonito, complicado, pero también pude ver que que se había estado trabajando en programación, que había un equipo muy entusiasta, muy sólido y muy profesional. Es un reto, a mí los retos me gustan y en este caso es un festival que no se podía dejar morir, claramente.

No hemos tenido tiempo para hacer grandes cambios. Hemos tomado decisiones rápidas necesarias para lo que ya estaba en marcha y para desestimar algunas cosas

¿Cómo cree puede beneficiar al SEFF su experiencia tanto en el sector privado como en la esfera pública?

Al final eso te permite hacer de puente, que es en gran medida lo que estaba haciendo. Primero, transmitir el compromiso total del Ayuntamiento de Sevilla por el festival y luego saber las necesidades que había del sector hacia el festival. Yo me incorporo justo después de una reunión entre ayuntamiento y asociaciones donde se acuerda celebrarlo este año y algunas cosas más, y yo lo que hago es llevarlo a cabo y sobre todo escuchar mucho al sector y estar muy atento a lo que se podía cubrir este año, hacer una edición fantástica y de la que nos podamos sentir orgullosos.

¿Ha habido muchos cambios en la programación desde que usted llega como coordinador?

No hemos tenido tiempo para hacer grandes cambios. Hemos tomado decisiones rápidas necesarias para lo que ya estaba en marcha y para desestimar algunas cosas. Hemos podido incorporar la Fundación Cajasol como como socio del festival y al Cine Cervantes, que me hace mucha ilusión por lo que significa en la ciudad, por el tipo de cine y por acercar más el festival a la ciudad. Tampoco eran necesarios los cambios sino mantener el compromiso de hacerlo este año y después se evaluará adecuadamente.

El hecho de que sea una edición sin premios, ¿cree que puede deslucir en alguna medida el recorrido del SEFF?

El público va a disfrutar de una calidad bastante comparable a la de otras ediciones. En este caso, es una de las cosas que no se podían asumir, peo bueno, vamos a tener dos 'giraldillos de honor' para Juan Antonio Bermúdez y para Catherine Breillat, una magnífica directora francesa. Había cosas que eran asumibles y otras que con el plazo que disponíamos eran más difíciles de acometer. Y, para acometerlas mal, mejor dejarlas para para la siguiente edición. Hemos hecho unas actividades con las diversas asociaciones, que son muy similares, incluso más numerosas que el año pasado. Más o menos se ha podido acometer casi todo, la verdad.

¿Cuál es la sintonía actualmente con el sector tras aquel traspié con el Ayuntamiento de Sevilla?

Yo me he sentido muy arropado tanto por el Ayuntamiento como por el sector, con la Academia, con la asociación de productores, con ASECAN, con la Asociación de Mujeres del Audiovisual de Andalucía, con los distribuidores y exhibidores... Con todo el mundo con el que he hablado he encontrado mucha complicidad y estamos más que receptivos con todo el mundo que ha querido hablar conmigo. Lo que a mí me llega es que la gente está contenta que se celebre, y obviamente seguiremos estando atentos y abiertos a hablar con todo el mundo.

¿Cómo ha quedado esa idea de llevar el SEFF a los barrios que también generó cierto desconcierto en el sector?

Ahora mismo estamos centrados en hacer el festival en Nervión y en Cervantes, y en lo de los barrios tampoco es que hayamos podido trabajar mucho al respecto.

Y de las actividades paralelas, ¿qué destacaría?

Dentro de las actividades paralelas, tenemos conversaciones con cineastas de referencia como Pablo Berger, Catherine Breillat o Carlota Pereda. Hemos asumido también todas las peticiones de las asociaciones interlocutoras y el viernes 24 tenemos una presentación muy especial de hacia dónde va la política audiovisual en Europa por parte de Thomas Eskilson, un experto sueco que ha hecho un informe después de más de mil entrevistas con profesionales y a la que vamos a invitar a productores de toda España para evaluar también hacia dónde va la producción independiente en nuestro país y cómo hacerla sostenible. Políticamente se ha hecho una labor muy importante y ejemplar de atracción de rodajes, pero tal vez se ha dejado un poco de lado que la producción independiente, que nosotros generemos nuestras propias películas, sea algo más sostenible como negocio y como forma de presentar una imagen al mundo de Andalucía y de España.

La ciudad es perfecta para un festival de cine y por eso ya van veinte ediciones, porque es un sitio donde el público responde y los profesionales quieren venir

Tras haberse superado esos obstáculos de estos meses atrás, ¿cómo cree que puede repercutir en la imagen del festival a nivel nacional o europeo?

Lo que hay que hacer es trabajar para reconducir las cosas tras ese acuerdo ayuntamiento-sector, demostrar que se podían cumplir esos compromisos y luego empezar a trabajar en la edición del año que viene. Ya le digo, lo que yo he notado por parte de todo el mundo es mucho cariño hacia el festival y eso es algo que hay que capitalizar. Al final, el festival tiene una fecha ya consolidada, tiene una ciudad maravillosa y lo que hay que hacer sobre todo es disfrutar que se haya podido realizar este año como se ha comprometido. Estamos hablando con todas las instituciones, incluso con la Academia Europea de Cine (Antonio Saura, su vicepresidente, estará en la inauguración) y la verdad es que yo me he encontrado es mucha complicidad, un gran equipo y muchas ganas de trabajar de cara a futuro.

¿No había ninguna opción de compaginar el SEFF con los Grammy Latinos?

La propuesta de cambio de fecha vino de Tito Rodríguez, pero resultó que el sector no lo apoyaba y por eso se corrigió. No puedo decir si se pudiera haber hecho a la vez, tal vez por temas hoteleros puede que no. Pero, bueno, ya está anunciada la fecha del año que viene y se vuelve a las fechas habituales. También que había que transmitir eso: que la fecha no se va a cambiar, que va a seguir siendo cine europeo, que va a seguir contando con todo el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla.

Hablando del año que viene, ¿le ilusionaría repetir al frente del SEFF en 2024?

Mi contrato es para esta edición, haré un informe y luego habrá que tomar decisiones. Hay un director con una baja médica y eso es algo que se tendrá que ver en el momento adecuado. En todo caso, la ciudad es perfecta para un festival de cine y por eso ya van veinte ediciones, porque es un sitio donde el público responde y los profesionales quieren venir.

¿Con qué se quedaría satisfecho una vez terminado el SEFF 2023?

Nos encantaría que las salas se siguieran llenando, cosa que creemos que será así porque la programación es de mucho nivel, y luego también sobre todo que el sector andaluz se sienta respetado y respaldado. Eso es lo que considero que sería la medida del éxito de esta edición.

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