La Hermandad del Cerro del Águila vivió un Martes Santo lleno de contrastes. Inició su cortejo hasta la Catedral arropada por la devoción de sus fieles y bajo un cielo despejado, que pronto se tornó negro, desembocando en una intensa lluvia que la acompañó en su regreso al barrio. Ante esa previsión, La Candelaria, San Esteban, Dulce Nombre y Los Estudiantes tomaron la difícil decisión de no salir, ahogando las ilusiones de quienes confiaban en poder recorrer las calles en procesión este año. A pesar del mal tiempo, San Benito continuó su recorrido, mientras las hermandades de Los Javieres y Santa Cruz decidían arriesgar, completando así una jornada de claros y oscuros.