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Las Reales Almonas de Sevilla estaban ubicadas en Triana, con fachada principal por la calle Castilla (de ahí lo del jabón de Castilla) y embarcadero ubicado en el Guadalquivir en lo que hoy es el Paseo de la O. La producción se ejerció en régimen de monopolio durante siglos por concesión real, un negocio muy lucrativo que provocó que se persiguiera con dureza a quien elaboraba jabón de manera ilegal. La calidad de las materias primas, especialmente el aceite de oliva que se usaba de base, lo diferenciaba de otros productos que utilizaban otras esencias vegetales o incluso grasas animales y de pescado. La fama que adquirió llegó a superar a los jabones de Sabona y Marsella.

En plena decadencia, la factoría fue vendida el último día de 1845 y ya no siguió fabricando. Hoy prácticamente no quedan restos y sólo un azulejo recuerda su ubicación. Estas recreaciones de la desaparecida industria son obra de Mercedes Ortiz para su trabajo fin de grado (TFG) Reconstrucción virtual de las Reales Almonas de Triana, para el grado en Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto.

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