El almacén más valioso de la Comunidad de Madrid

El pabellón 10 del recinto ferial de Ifema custodia el almacén más valioso estos días para la Comunidad de Madrid, de 21.600 metros cuadrados y activo las 24 horas del día, para distribuir los 48,6 millones de unidades de material sanitario recibidos hasta el momento entre hospitales y residencias.

El 22 de marzo comenzaron a llegar los primeros pacientes con coronavirus al hospital temporal de Ifema, donde actualmente sólo sigue funcionando para la acogida de enfermos el pabellón 9 tras el cierre del 7 por la menor presión asistencial.

Además, hay otro pabellón, el 10, destinado a guardar los codiciados materiales de protección para su posterior reparto a hospitales, centros de salud, residencias, ayuntamientos y espacios públicos de gestión.

Para dar servicio a toda la Comunidad de Madrid el goteo de camiones es continuo: entre 70 y 90 vehículos pesados entran y salen a diario para entregar los famosos equipos de protección individual (EPI).

Hasta el 15 de abril se habían contabilizado 35,5 millones de unidades de material sanitario adquiridos por el Gobierno de la Comunidad de Madrid, 6,6 millones de donaciones altruistas y 6,5 millones del Gobierno central.

Todo se distribuye a través de tres rutas diferentes que empiezan a funcionar a las seis de la mañana y no cesan hasta que todas las necesidades están cubiertas.

“Se trabaja 24 horas al día, siete días a la semana, porque el consumo de medios es elevadísimo”, cuenta a Efe Manuel Carmona, responsable del almacén.

EL MATERIAL LLEGADO DE CHINA

Aunque en el almacén nunca se descansa, sus mayores picos de actividad se registraron cuando aterrizaron en Madrid los aviones que el Gobierno regional mandó traer desde China, cuatro hasta el momento.

Un ejemplo de ello es que la recepción del segundo vuelo obligó a movilizar un total de 18 tráilers, con alrededor de 30 palés en cada uno de ellos.

“La llegada de esos aviones ha supuesto noches enteras de trabajo para poder registrarlo todo y distribuirlo en pocas horas, porque no se podía esperar”, añade Carmona.

No obstante, asegura que aunque el problema de la escasez de EPI es “una cuestión a nivel mundial”, la Comunidad de Madrid “en ningún caso ha tenido 'stock' cero ni la imposibilidad de distribuir material”.

Carmona resalta el trabajo de las alrededor de 90 personas que trabajan en el almacén, “sin días de descanso, con jornadas de entre 12 y 14 horas, dejándose la vida para que la protección llegue a cada rincón”.

DONACIONES DE EMPRESAS Y PARTICULARES

El almacén recibe EPI pero también material farmacéutico, agua y alimentación, ropa, equipos electromédicos, artículos de higiene, flores e incluso tabletas que han sido donadas para que los enfermos puedan hacer videollamadas con sus seres queridos

“Es admirable, abrumador, lo que se han volcado los ciudadanos, las fundaciones, las empresas, todo el mundo”, recalca Carmona, que detalla que se han registrado más de 500 referencias de material de todo tipo, destacando los codiciados guantes, mascarillas, equipos de ventilación, gafas nasales y aparatos de extracción.

Además, el responsable del almacén pone en valor que acaban de implantar en tiempo récord (15 días frente a los habituales tres meses) un sistema automático que facilita la reposición de los almacenes y los controles de enfermería de los hospitales de campaña, a través de pequeñas máquinas electrónicas y la lectura de códigos de barras.

LA GESTIÓN DE LA SOLIDARIDAD

Las donaciones las gestiona la Dirección General de Inspección y Ordenación Sanitaria, cuya responsable, Elena Mantilla, reconoce a Efe que, en esta situación, la solidaridad y cooperación de las empresas y los ciudadanos es “apabullante”, como reflejan las alrededor de 350 llamadas diarias que reciben cada día con nuevos ofrecimientos.

Hasta ahora les han contactado 1.200 ciudadanos anónimos interesados en colaborar con materiales y artículos de todo tipo, además de 2.000 empresas, de las que finalmente se ha aceptado la ayuda de 523, porque el resto ofrecía artículos que “no se necesitaban o de los que ya había cantidades suficientes”.

Las solicitudes son gestionadas por un equipo de 350 personas (60 son técnicos de la Comunidad y el resto voluntarios) divididos en ocho grupos.

En total, han gestionado la recepción de cinco millones de productos sanitarios, cinco toneladas de alimentos, 500 lotes entre libros y revistas, más de un millar de vehículos de transporte, varios cientos de torrijas para Semana Santa, e incluso 6.000 cartas de ánimo para los enfermos que fueron sido escritas por niños de 6 a 10 años.

“Nunca hemos sido tan felices trabajando como ahora que respondemos a estas llamadas de esperanza”, concluye emocionada Mantilla, “abrumada” por el cariño y la solidaridad de los madrileños.

Por Patricia Cristóbal