Las cifras de los asesinatos en el ámbito de la pareja: 25 por violencia doméstica y 151 por violencia de género de 2016 a 2018

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha actualizado este viernes los datos relativos a los homicidios y asesinatos en el ámbito de la pareja o expareja. El organismo contabiliza, por un lado, los casos de mujeres asesinadas por hombres (violencia de género) y, por otro, el resto, lo que denomina violencia doméstica íntima. El último informe se refiere al periodo comprendido entre 2016 y 2018, cuando hubo 25 víctimas mortales de la violencia doméstica íntima y 151 de la violencia de género.  

Esto implica que esas 25 personas fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en ese trienio. Sin embargo, no son todas las víctimas de la violencia doméstica porque esta se da e el ámbito familiar y también puede afectar a otros miembros de la familia, como abuelos o tíos. La estadística del CGPJ se refiere solo a las relaciones de pareja. Así, de los 25 casos, 22 son mujeres que mataron a hombres; 1 es una mujer que mató a una mujer y 2 son hombres que mataron a hombres. Las 151 víctimas de la violencia de género son mujeres asesinadas a manos de hombres con los que mantenían o habían mantenido una relación sentimental.

Del total de los asesinatos contabilizados, la violencia machista supuso el 85,8%. 

Los datos son públicos en un momento en el que el panorama político está agitado tras la llegada de la extrema derecha a las instituciones, que entre otras cosas, cuestiona la existencia de la violencia machista, aquella que se produce sobre las mujeres por el hecho de serlo, y que pretende englobar todos los tipos bajo el nombre de violencia doméstica. Con esta idea, Vox ha dinamitado un consenso que en los últimos 14 años había propiciado declaraciones políticas en ayuntamientos y comunidades autónomas que el pasado 25N no se pudieron realizar.

Sin embargo, el propio CGPJ diferencia las cifras y, de hecho, las compara. En 2016, primer año del análisis, hubo nueve casos mortales de violencia doméstica íntima y 50 de violencia de género; 9 y 51 respectivamente un año después y 7 y 50 en 2018. 

Un patrón de desigualdad

La legislación también las diferencia y trata específicamente la violencia machista por considerar que responde a un patrón de desigualdad estructural y que tiene diversas expresiones, entre ellas, la violencia de género en el seno de la pareja, pero no solo. El Tribunal Constitucional ya reconoció en una sentencia de 2008 la existencia de violencias que “son más graves y reprochables socialmente a partir del contexto relacional en el que se producen”.

En concreto, la violencia de género responde a conductas que reproducen la desigualdad en el ámbito de la pareja entre hombres y mujeres, “de gravísimas consecuencias para quien de un modo constitucionalmente intolerable ostenta una posición subordinada”. De hecho, el Tribunal Constitucional avala que una agresión supone un daño mayor en la víctima cuando el agresor actúa conforme a una pauta cultural, la desigualdad en el ámbito de la pareja, porque dota de “un efecto añadido a los propios (daños) del uso de la violencia en otro contexto”.