Sin pegar ojo por el calor: ¿cuál es la diferencia entre una noche tropical, tórrida e infernal?

Raquel Sáez

3 de julio de 2025 12:42 h

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Junio de 2025 fue un mes de récord: la temperatura media fue de 23,6 grados, superando por 0,8 al anterior junio más cálido (2017), se ha convertido en el mes más anómalamente cálido de la serie histórica y ha hecho más calor, de media, que en julio o agosto (23,1 y 23 grados respectivamente), según datos recogidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Es un aviso a navegantes, porque es la primera vez que esto sucede, recuerdan los meteorólogos. “Ningún mes, hasta ahora, había estado 3,5 grados por encima de su promedio normal. Supera así a octubre de 2022 y a febrero de 2020, los más anómalamente cálidos hasta ahora”, subraya la Aemet.

Esos datos se han traducido en días extremadamente cálidos, en los que se ha llegado a 46 grados en junio por primera vez desde que hay registros. No ha sido algo puntual, porque en muchas provincias han soportado 40 de forma sostenida. El problema no ha estado solo en las máximas, sino que las mínimas no han dado respiro y se han registrado noches tropicales, tórridas e infernales.

Diferencia entre una noche tropical, tórrida e infernal

Según explican desde Aemet Divulga, hablamos de una noche tropical cuando la temperatura no baja de los 20 grados, una situación que se ha vivido en las últimas semanas en el sur peninsular. Es una situación cada vez más habitual en los últimos años y cada vez más temprana, como muestran los datos del pasado mes.

En junio también se han vivido noches tórridas, cuando los termómetros no bajan de los 25 grados. Pasó por primera vez en Barcelona Aeropuerto y Tarifa, con una mínima que, durante el día 30, no bajó 25,8 y 25,2 grados respectivamente.

Más extenuante es la situación cuando se registra una noche infernal, un término no oficial que se está empezando a usar recientemente con el que se identifican mínimas que no bajan de los 30 grados. No es una barrera teórica ni lejana. De hecho, el 30 de junio varias localidades extremeñas superaron ese registro: Azuaga alcanzó los 34,3 y Plasencia se quedó en 33,6, según la Aemet.

Calor también en el mar

El calor vivido en junio y que continúa aún en julio también se ha notado en el agua. La agencia estatal ha reportado días con una anomalía de temperatura superficial del mar Balear de 3,8 grados superior a lo normal en esas fechas, valores superiores al equivalente de mitad de agosto, cuando se suelen registrar los más altos del año.

De hecho, la temperatura superficial del mar Balear, que incluye parte de las costas catalana y valenciana y las costas de las Islas Baleares, fue casi un grado más que la que se registró en junio de 2003, el año con el máximo reportado a final de junio hasta ahora.