Barcelona impulsará un simulacro de pico de calor de 50ºC para evaluar su reacción a temperaturas extremas
El Ayuntamiento de Barcelona quiere impulsar un simulacro para ver cómo respondería la ciudad a temperaturas extremas de hasta 50ºC. El consistorio ha anunciado que trabaja para organizar esta jornada dentro de dos años, en la que esperan involucrar también a la Generalitat y a empresas como las eléctricas para ponerse a prueba ante un escenario de calor muy superior al que está acostumbrada actualmente la capital catalana.
Barcelona se inspira de esta forma en París, que en octubre de 2023 realizó también un simulacro de temperaturas a 50ºC. “No es que tengamos previsiones de alcanzar estos niveles, pero en un contexto de subida sostenida de las temperaturas necesitamos poder testear cómo reaccionarían servicios e infraestructuras de la ciudad en condiciones climáticas extremas”, ha expresado la teniente de alcaldía de Urbanismo, Laia Bonet.
El simulacro es una de las medidas que se han dado a conocer dentro de la estrategia Plan Calor 2025-20235 presentada este jueves por el Ayuntamiento, un compendio de proyectos, la mayoría de ellos ya en marcha, para mitigar los efectos de la emergencia climática en la ciudad. El plan incluye entre otras cuestiones ampliar los refugios climáticos o extender los pavimentos capaces de drenar el agua.
Bonet ha anunciado la estrategia justo cuando se acaba de romper otro re´cord de calor en la ciudad: por primera vez desde que hay registros se alcanzaron los 36 grados en un día de Sant Joan. El máximo histórico son los 40ºC que se observaron el 31 de julio de 2024.
En cuanto al simulacro, Bonet ha defendido que necesitan detectar y añadir a sus protocolos de oleadas de calor los retos que puedan darse en casos extremos, desde posibles cortes de energía a riesgos para los trabajadores municipales o dificultad para distribución de medicamentos. “¿Qué pasaría con el transporte publico? ¿Y con la red eléctrica? Con toda la información que generemos se puede generar un protocolo que afecte también a escuelas, equipamientos, espacios donde haya gente”, ha enumerado.
Aunque todavía no tiene detalles, porque apenas han comenzado a idearlo, Bonet ha asegurado que esperan involucrar a empresas e instituciones con servicios esenciales, comenzando por la Generalitat, de quien dependen centros de salud, ambulancias, bomberos o Mossos d’Esquadra. Sí tienen claro que deberán hacerlo en una zona delimitada de la ciudad.
El Plan Calor 2025-2035 está integrado dentro de otra estrategia municipal, el Plan Clima, para hacer frente a la emergencia climática en su conjunto. En materia de calor, algunas de las medidas más destacadas por Bonet son precisamente las que ya están en marcha, como el proyecto de refugios climáticos (hay 400 previstos para este verano) o el aumento de cuatro a ocho juegos de agua infantiles.
El plan menciona también la incorporación de sistemas urbanos de drenaje de agua (en referencia al pavimento), el crecimiento de los puntos de sombra en el espacio público o la mejora del “confort térmico” de los edificios no mediante climatización, sino “fomentando” la instalación de fachadas y tejados que rebajen el calor, como las cubiertas verdes.
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