Maddi Barber: La cota 592 supuso la vida o la muerte

La cota 592 delimitó la vida o la muerte en los valles navarros de Arce y Lónguida para la construcción del pantano de Itoiz, y los sentimientos de quienes vivían allí los refleja ahora la directora Maddi Barber en “592 metros goiti”, filme que ha presentado en el Festival de cine de San Sebastián.

“592 metros goiti” (Sobre la cota 592) recoge el paisaje que quedó después de la inundación de siete pueblos para la construcción de Itoiz, que Barber “tenía claro” que quería filmar, a escasos 30 kilómetros al este de Pamplona.

La película quiere reflejar “qué otro tipo de vida puede haber después de que algo muere”, asegura Barber en entrevista con Efeverde, porque “en vez de fijarme solo en la destrucción, en el daño, quería mirar en las posibilidades de vida que hay cuando algo se ha alterado”.

La cinta recoge las vivencias de quienes perdieron los paisajes de su infancia por la inundación de pueblos y tres reservas naturales para la construcción del pantano.

Barber explica que comenzó el rodaje de “592 metroz goiti” como proyecto de fin de máster de Antropología Visual que cursaba en la Universidad de Manchester (Reino Unido).

592 metros “es la cota que delimitó qué viviría y qué no, es una cifra puesta en un papel, que ha tenido un impacto real sobre cada piedra, cada árbol, cada casa, cada animal y cada persona que vivían por encima y debajo de esa cota”, explica.

Quería explorar el paisaje y la ganadería “porque son temas que me interesan y trabajo con ellos”, sostiene, y añade “pero al principio tenía miedo”.

“Es un tema que lo hemos aparcado todos por el dolor que supone”, porque al final “se perdieron quince años de lucha” en contra del pantano.

Asegura que le costó “un poco” decidirse, “era un reto muy grande, remover temas que son muy dolorosos para mí, pero también para muchísimas personas”.

Además quería reflejar “cómo se vive después de lo ocurrido, porque hay contradicciones, es un paisaje bello, pero a la vez sabes que debajo de las aguas está el valle que conociste y las cosas que tienes en la memoria de muchas experiencias”.

Para los que no lo recuerdan, sostiene, “se hizo una ley específica declarando la obra de interés general que estaba por encima de la legislación que protegía la zona” por su interés como medioambiental.

Debajo quedaron reservas naturales protegidas, con especies en peligro de extinción, con leyes que las protegían, “pero que se fueron por encima para poder construir el proyecto”.

Barber asegura sentirse asustada por los fenómenos que están sucediendo provocados por el cambio climático, ante los que “no estamos haciendo nada”, y sostiene que “cuando algo estalle” las cosas cambiarán.

Se necesita “otro tipo de gestión” para revertir esta situación, concluye.

Tras su premier internacional en la Sección Oficial del certamen suizo Visions du Réel, la película ha participado en la 66 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en la Sección Zabaltegi-Tabakalera.