Los militares se quejan de falta de protección para los que están en las calles

Las asociaciones militares ATME, UMT y AUME se quejan de la falta de medidas de protección como mascarillas y guantes de los miembros de las Fuerzas Armadas que estos días patrullan las calles de diversas localidades españolas, una escasez que se produce también en los cuarteles.

Casiano Sánchez, vicepresidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) que integra a 2.800 militares, ha explicado a EFE que el problema radica en los soldados que están en las calles en contacto con los ciudadanos y que no disponen, en términos generales, de esas medidas de protección contra el virus.

Esto no ocurre, aclara, con los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y del Ejército de Tierra que están desinfectando infraestructuras y edificios críticos como aeropuertos, Ifema o residencias de mayores, los cuales sí disponen de trajes de protección, mascarillas, guantes y gafas.

No así los que salen a las calles a vigilar que la población cumple con el estado de alarma ni los que conviven en los cuarteles.

Si bien Sánchez reconoce que el riesgo de infección en la vía pública es menor que en espacios con alta presencia del virus, cree que “sería bueno” que se les facilitara puesto que en ocasiones el contacto con los ciudadanos es estrecho, y que se haga tanto para proteger a los militares como a los propios viandantes.

Los problemas también aparecen, según Sánchez, cuando hay que trasladar a militares de una región a otra y viajan en autobuses sin guardar la distancia de seguridad o en los que vigilan los cuarteles, que trabajan en un espacio pequeño. “Es muy difícil mantener todas las normas de seguridad”, reconoce.

Por eso, ATME pidió el pasado día 18 al Ministerio de Defensa en un escrito que se proporcione a los militares este material, y también el de limpieza necesario a los alojados en las unidades, así como un servicio de lavandería gratuito en las bases.

En esta petición solicitaba que se declarara a los militares personal de alto riesgo para que tengan acceso prioritario al material, lo mismo que hizo la Unión de Militares de Tropa (UMT) en otro escrito en el que recuerda que los miembros de las Fuerzas Armadas están “especialmente expuestos al virus” por su trabajo.

Su presidente, Francisco Bellón, ha explicado a EFE que “se trata de proteger al quien protege” y recuerda que los militares de tropa que viven en cuarteles comparten baños, salas y pasillos y están así “en constante riesgo” de contagio.

Bellón es consciente de que “no es el momento de criticar” porque el virus “ha pillado a todos de improviso”. “En ninguna unidad estábamos preparados para estos, para entrar en combate sí, pero no para un virus que está 16 días dentro de un cuerpo”, reconoce, pero pide que se les tenga en cuenta a la hora de repartir el material.

Por parte de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), su secretario general, Jorge Bravo, coincide en que le llegan quejas de que los militares en las calles no tienen medios de protección. “No es solo de ellos puedan estar contagiando a más gente, es que también tienen familias”, incide.

Y critica casos puntuales en que los propios soldados han llevado sus mascarillas de casa y se las han hecho quitar porque iban contra la uniformidad o para no dar miedo a la gente. Son, aclara, casos muy concretos, pero que no deberían ocurrir.

Bravo también traslada la “inquietud” que reina en algunos militares que viven en las unidades y que comparten espacios sin protección.

Aunque entiende que está pasando en muchos otros ámbitos laborales y que “es lo que toca”, pide que se les faciliten los medios para que los no sean un foco de propagación del virus en la calle o en los cuarteles.