Mogherini dice que la inmigración ilegal es una “nueva forma de esclavitud”

La alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, dijo hoy en un debate sobre inmigración en la Eurocámara que la inmigración ilegal que gestionan las mafias para llegar a Europa es “una nueva forma de esclavitud”.

La jefa de la diplomacia europea llamó a “ofrecer vías claras, seguras y legales para que vengan a Europa los que necesitan protección internacional”.

“Es un asunto espinoso, pero hay que insistir”, dijo la jefa de la diplomacia europea, que también dedicó buena parte de su intervención a denunciar las condiciones infrahumanas de los centros de detención de migrantes en Libia.

Mogherini llamó a entender que, más allá de la gestión de fronteras, conviene abordar “las causas de raíz” del fenómeno que lleva a las personas a poner en peligro su vida, como la pobreza y la guerra.

“He oído historias terribles de los centros de detención en Libia. Mujeres y hombres marcados como animales”, denunció la diplomática.

“No es una tragedia que deba ignorarse o minimizarse”, consideró.

Pese a que dijo que “una sola muerte ya son demasiadas”, aseguró que ha habido “avances” de todas las medidas tomadas hasta ahora, como atestigua “una disminución de cruces” del Mediterráneo.

Quiso destacar en ese sentido el trabajo en colaboración con agencias de la ONU como ACNUR y UNICEF, además de Frontex, y otros organismos europeos que patrullan el Mediterráneo para controlar fronteras, rescatar personas y luchar contra las mafias.

Mogherini defendió los acuerdos entre la Unión Europea y algunos países africanos, como Libia, para la gestión de fronteras, a pesar de las críticas de las ONG de que son las mafias de tráfico de personas las que acaban accediendo a esos fondos.

La UE trabaja para empoderar a personal en Libia para la gestión de su frontera, aunque organizaciones como Proactiva Open Arms denuncian que así se paga para que no salgan hacia Europa, lo que implica aún más colapsos en los centros de detención.

En ese sentido se pronunció igualmente la eurodiputada de IU Marina Albiol, quien dijo que la UE con sus acuerdos con países como Libia o Níger “está armando y financiando a quienes esclavizan a seres humanos”.

“Las políticas de Migración y Asilo de la UE ya no son de acoger, sino de todo lo contrario, de que no lleguen a Europa”, denunció.

Para Elena Valenciano (PSOE), el mayor problema es que el Consejo (los Gobiernos de los países de la UE) tienen una estrategia a corto plazo y no piensan en medidas duraderas de solución de la situación.

“Los países miembros quieren soluciones inmediatas y no dejan espacio a las soluciones de largo plazo que intentan atajar la raíz de los problemas”, afirmó.

Por su parte, Teresa Jiménez Becerril (PP) afirmó que los refugiados merecen más de la UE porque “nadie pone en riesgo su vida y la de sus hijos si no es porque le persigue la muerte”.

Además, reclamó que, como pide la Justicia Europea, los países cumplan con las cuotas de reubicación, “que no son una elección, sino una obligación”.

El debate estuvo copado en gran medida por los eurodiputados italianos, dado el calado sensible de la gestión migratoria que tiene el asunto en la política nacional de un país, Italia, particularmente afectado por las llegadas de inmigrantes y refugiados a sus costas.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que 2.537 personas han perdido la vida tratando de cruzar el Mediterrano en 2017.

Las llegadas por mar a España, aunque muy lejos de las cifras italianas, han aumentado este año. Según ACNUR, 9,738 personas arribaron a las costas españolas hasta el 16 de agosto, frente a 8.162 en todo 2016.