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“Hay tantas enfermedades psicosomáticas como hace 200 años”

O'Sullivan cree que "las enfermedades psicosomáticas se infravaloran".

Daniel Sánchez Caballero

Más de 20 años ejerciendo la medicina desde la neurociencia dan para mucho. En ese periodo, la irlandesa Suzanne O'Sullivan ha visto infinidad de pacientes con síntomas físicos sin explicación médica tradicional. Hasta un tercio de las personas que entran en una consulta sufren enfermedades con origen psicosomático.

“Pero nadie habla de esto pese a que es increíblemente común”, se extraña. Por eso decidió contar sus vivencias en un libro. Todo está en tu cabeza (Ariel) trata de aportar un poco de luz sobre la capacidad de la mente para crearnos enfermedades físicas, lo habitual que es y cuánto desconocemos del asunto.

¿Por qué está estigmatizado hablar de enfermedades mentales frente a las otras?

Las enfermedades mentales o psicológicas se infravaloran, lo que es ridículo porque son muy comunes y muchos nos hemos visto afectados. Creo que se estigmatizan porque si tienes asma o diabetes, tu personalidad y la persona que eres están separadas de tu enfermedad. Pero si tienes una enfermedad mental, o psicosomática, la gente tiene problemas para separar tu personalidad del hecho de que estés enfermo. Parece que eres débil. Si estás en una silla de ruedas pero luego resulta que no tienes parálisis sino algo psicosomático, la gente te va a mirar diferente; si le dices a tu jefe que no puedes ir a trabajar por problemas psicológicos, te van a juzgar. Yo intento trasmitir que estas enfermedades tienen el mismo nivel de severidad que otras.

¿Cómo se cambia esta percepción?

La mejor manera es normalizar este fenómeno y hacer que la gente se dé cuenta de lo común que es. Le cuento a la gente que todos sufrimos esto en pequeñas dosis. Si estoy nerviosa por una entrevista de trabajo puedo tener algunos síntomas, como sudoración en las manos. No importa cómo seas, si estás expuesto a estrés puedes tener síntomas físicos. Si se normaliza así, la gente puede pensar que si una pequeña cosa como una entrevista o casarse causa síntomas, cómo no lo va a hacer algo más grande. Les digo a mis pacientes que esto le pasa a todo el mundo: lo suyo es solo una exageración de lo que es normal para otra gente.

¿Cómo se dibuja la línea entre lo que es normal y lo que no?

En cómo causa incapacidad. Mucha gente tiene taquicardias como respuesta a problemas de ansiedad. Algunos reconocen la conexión entre su bienestar y este síntoma y no les supone un problema. Otros no lo hacen y acaban pasando muchas pruebas del corazón, dejan de hacer ejercicio, cambian sus vidas. Lo que convierte algo en una enfermedad, más allá de los síntomas, es tu respuesta a ello. Tus cambios de conducta: no trabajar, tomar pastillas, ir al doctor... Entonces tienes una enfermedad.

¿Cuánto sabemos del funcionamiento del cerebro, cómo se provocan y reparan estos síntomas?

Sabemos muy poco sobre cómo se desarrollan. Hemos aprendido algo en los últimos diez años con las resonancias magnéticas. Se le pide a la gente que haga diferentes actividades durante la prueba, y mientras escaneamos su cerebro. Pon que tienes a alguien que no puede mover las piernas por causas psicosomáticas, alguien que sí y otro a quien se le pide que finja que lo hace. Tres personas en tres diferentes situaciones. A cada uno se le activará una parte distinta del cerebro. La primera persona no activa bien la parte adecuada del cerebro. Cómo ocurren estas diferencias no lo sabemos.

¿Son estas enfermedades modernas, digamos, relacionadas con el estilo de vida?

Siempre han sido un problema. A finales del XIX, cuando la neurostenia golpeaba a Francia o EEUU, se atribuía a los estilos de vida modernos. Se ha hecho durante cientos de años. No importa cuánto cambien nuestras vidas, siempre ha habido estrés, problemas con la familia, con amigos, con el trabajo. La modernidad ha resuelto algunos problemas y creado otros, no creo que sea el problema. La única cosa que cambia es la forma que adopta. Creo que hay tantas enfermedades psicosomáticas como hace 200 años.

En el libro dice que las mujeres tienden más a sufrir enfermedades psicosomáticas, pero que no está claro por qué.

No hay duda de que las mujeres son más proclives a sufrir estos trastornos. Yo era reacia en un principio a creerlo, pero ahora no tengo dudas. No sé la respuesta. Creo que hombres y mujeres sufren de manera distinta. Las mujeres internalizan el sufrimiento más, y esta represión de los problemas psicológicos provoca una respuesta sintomática física. Se internaliza el estrés psicológico y el cuerpo habla por ti. Las mujeres son más proclives a estar en situaciones que provocan estos síntomas, que ocurren en personas que se sienten atrapadas en situaciones de las que no pueden salir, como los abusos sexuales y otras situaciones domésticas. Pero en realidad no se sabe, son especulaciones.

¿Se pueden hacer buenas prácticas para tener una buena salud mental e intentar prevenir este tipo de enfermedades?

Se pueden reconocer cuándo ocurren los síntomas hasta que te pongas mejor. Si tienes tendencia a cualquier trastorno (comes mucho, bebes, desarrollas ciertos síntomas físicos...), el truco es reconocer tu patrón. Si yo sé que tengo dolores de cabeza diarios, en vez de tomar pastillas debo ir al médico y ver cuál es su origen más allá de una explicación médica. No creo que se pueda hacer desaparecer los síntomas, se puede actuar cuando aparecen para que no se descontrolen. Todos tenemos estos síntomas: malestar, dolor de cabeza, taquicardias, temblores... He visto gente que tiene una enfermedad en cada sistema del cuerpo. Son casos que se miran con detalle, nadie encuentra la causa y resulta que todo el problema se va a otra parte del cuerpo, hasta que acaban en una silla de ruedas. A esta gente le recomiendo que piense en lo que le pasa: que cada vez que va al médico sale con dos pastillas más pero ninguna solución. Les digo que miren el patrón y que quizá la próxima vez que tengan un síntoma no deben ir al médico.

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