El Gobierno de Castilla-La Mancha no quiere volver al toque de queda. Los datos epidemiológicos en la región son buenos y la situación, por lo tanto, no lo requiere. Así responde a la propuesta que ha realizado la Junta de Castilla y León por el incremento de la incidencia acumulada de COVID-19 en España. “Las medidas que tenemos aquí son suficientes, la gente está cumpliendo y vamos razonablemente bien”, ha defendido su portavoz, Blanca Fernández, preguntada por la reunión este miércoles del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
Escribe Alicia Avilés Pozo.