Con cuatro millones de toneladas, este parlamento es considerado el edificio más pesado del mundo

El palacio del Parlamento de Rumanía, situado en el corazón de su capital, Bucarest, es mucho más que la sede de las dos cámaras parlamentarias del país. Esta colosal estructura, conocida popularmente como “La Casa del pueblo”, ostenta un triple reconocimiento sin igual en todo el planeta. Y es que es considerado el segundo edificio administrativo más grande del mundo, por detrás del Pentágono; el más costoso; y el más pesado del mundo. Para comprender la magnitud de esta obra, es fundamental detallar sus dimensiones físicas exactas. Esta increíble estructura se extiende 270 metros de largo por 240 metros de ancho y se eleva 86 metros sobre la superficie. Pero la profundidad es igualmente asombrosa, alcanzando los 92 metros bajo tierra. Estas cifras lo definen como un gigante que, en volumen, llega a competir con algunas de las pirámides más históricas del planeta.

La inmensidad del palacio se refleja también en su peso descomunal, dimensiones con las que sí se lleva el primer puesto como el edificio más pesado del mundo. Su peso total alcanza las cuatro millones de toneladas, una masa colosal que subraya la escala de ingeniería implicada en su levantamiento. En su interior, las cifras son igualmente impactantes, diseñadas para reflejar el poder que pretendía demostrar el dictador Nicolae Ceaușescu. El edificio cuenta con alrededor de 1.100 salas o habitaciones. Además, incluye incontables halls, pasillos y monumentales escaleras, distribuidos en sus múltiples niveles.

La estructura se divide en plantas superficiales y subterráneas, demostrando que su magnitud se extiende tanto hacia el cielo como hacia las profundidades de la tierra. El palacio parlamentario presenta hasta 12 plantas en superficie, mientras que bajo tierra se extienden otros nueve pisos subterráneos. Para moverse por semejante extensión, la construcción está equipada con 40 ascensores. Para su construcción, que se llevó a cabo durante la presidencia de Ceausescu, trabajaron más de 20 mil personas durante cinco años consecutivos, con el diseño a cargo de la arquitecta jefa Anca Petrescu.

Más allá de las habitaciones, el palacio está diseñado para albergar una vasta infraestructura administrativa y logística. Dispone de 40 salas de reuniones y una capacidad de estacionamiento que subraya su colosal tamaño, ofreciendo 20 mil plazas de aparcamiento para vehículos. La opulencia del palacio se mide por los materiales que lo componen, extraídos exclusivamente de Rumanía. El diseño y la construcción implicaron a 700 arquitectos y exigieron cantidades asombrosas de recursos: un millón de metros cúbicos de mármol, 3.500 toneladas de cristal, 700.000 toneladas de acero y bronce, 900.000 metros cúbicos de madera, y 200.000 metros cuadrados de alfombra. Este fasto contrastaba dramáticamente con la grave crisis económica que sufría Rumanía en la década de los 80.

Actualmente, el palacio del Parlamento no solo es sede de las dos cámaras del parlamento, sino que también alberga el Senado, el Tribunal Constitucional y el Museo Nacional de Arte Contemporáneo, además del Museo y Parque del Totalitarismo y Realismo Socialista. A pesar de albergar estas importantes instituciones, gran parte del edificio continúa vacío, e incluso quedan algunas plantas sin terminar, un testimonio de sus inabarcables dimensiones. Y es que la superficie total que abarca este complejo es de 340.000 metros cuadrados, de ahí que, en términos de superficie, algunos registros indican que este enorme parlamento sea el segundo edificio administrativo más grande del mundo, siendo solo superado por el Pentágono, en Washington. 

Colina artificial

Para levantar semejante extensión y poder asentar la obra se requirió la demolición forzada de varios edificios, incluyendo viviendas, iglesias y monasterios, además de la construcción de la enorme colina artificial sobre la que se asienta para asegurar su visibilidad desde cualquier punto de la urbe. La zona abierta al público del palacio del Parlamento permite contemplar la inmensidad y el lujo de su decoración. Los visitantes pueden admirar las amplias salas, decoradas detalladamente con inmensos candelabros de cristal, mosaicos, pan de oro, y alfombras, con bordados de plata y oro en las cortinas, consolidando su estatus como un ícono histórico y un atractivo turístico de la ciudad de Bucarest.

El palacio del Parlamento es también conocido como Palatul Parlamentului o Casa Poporului y, además de ser un edificio polivalente, es por méritos propios el centro político y administrativo del país. La grandeza y la importancia histórica del edificio lo convierten en un punto de interés para los turistas que visitan Bucarest, que además pueden disfrutar del mismo con importante centro cultural. Acoge varias exposiciones y puede visitarse como museo, ofreciendo a los turistas una visión de la rica historia y cultura de Rumanía. Además, el edificio alberga una cafetería en la última planta, que ofrece a los visitantes un espacio para relajarse y disfrutar de las vistas.