El refugio para koalas que corre el riesgo de convertirse en una “trampa” genética
Australia se esfuerza por proteger a uno de sus animales más preciados, los koalas (Phascolarctos cinereus). El país lo intenta por varias vías, con la aprobación de una vacuna contra la clamidia, la prohibición de la tala de madera en algunas zonas y la creación de espacios protegidos, como ocurre en el caso de Isla Canguro, que a priori parece una historia de éxito en materia de conservación.
Sin embargo, una nueva investigación de la Universidad de Flinders muestra que, dado que la población comenzó siendo pequeña, porta un legado genético poco diverso y además son mucho más endogámicos que los koalas del continente, lo que podría dificultar su supervivencia ante futuras amenazas.
Limitada diversidad genética y alta endogamia
El problema viene de lejos, aseguran los investigadores. En la década de 1920, menos de dos docenas de koalas fueron trasladados de Victoria a la Isla Canguro para salvar la especie, después de que la caza y la pérdida de hábitat amenzaran su supervivencia. Ese grupo de marsupiales provenía de una población pequeña y genéticamente limitada.
En el estudio, publicado en la revista Molecular Ecology, explican que estos koalas poseen muchos más tramos (y más largos) de ADN idéntico heredado de ambos progenitores. Los científicos denominan a estos tramos “rachas de homocigosidad” y son un sello distintivo de la endogamia.
Además, el equipo también descubrió que las variantes genéticas potencialmente dañinas estaban presentes con mayor frecuencia en los marsupiales de Isla Canguro, lo que aumenta la posibilidad de que esas variantes se expresen en la nueva descendencia. Y no descartan problemas en su desarrollo o mayor vulnerabilidad.
“Los koalas de la Isla Canguro representan un caso de conservación exitoso en términos de tamaño poblacional. Sin embargo, su salud genética revela una historia diferente. Su limitada diversidad y alta endogamia implican que podrían tener dificultades para adaptarse a futuras amenazas como las enfermedades o el cambio climático”, explica en un comunicado la autora principal, Katie Gates.
Tras sus resultados, los investigadores recomiendan una gestión de conservación proactiva, que incluya el “rescate genético” o la introducción cuidadosa de nuevos koalas provenientes de poblaciones continentales genéticamente diversas.
“La Isla Canguro tiene el potencial de seguir siendo un importante refugio de conservación para los koalas. Sin embargo, sin gestión genética, esta especie podría convertirse en una trampa”, añade otro de los autores, Luciano Beheregaray, que destaca la importancia del “monitoreo continuo”.
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