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Colección de coches y un yate: el cuartel de Estepona de una red que usaba imágenes de famosos para criptoestafas

CriptoEstepona

Carlos del Castillo

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Las inversiones secretas de Amancio Ortega. El movimiento que podría costarle la carrera a Fernando Alonso. Los grandes bancos, aterrorizados con las revelaciones de Pablo Motos. Las redes de estafadores llevan años utilizando la imagen de personajes famosos para promocionar inversiones fraudulentas con criptomonedas. En este momento hay una de ellas activa en España que utiliza a Antonio Resines o David Broncano sin su permiso. El ciberespacio a menudo permite a sus autores escapar de la justicia, pero eso no significa que sus acciones siempre queden impunes.

La policía suiza ha detenido en Ginebra al líder de una de estas redes, que operaba varias plataformas online dedicadas a sacar dinero a las víctimas de falsas inversiones en criptomonedas. En la operación ha participado la Policía Nacional, que ha investigado el que se cree que era el cuartel general de la organización: el domicilio de este individuo y su pareja en la localidad malagueña de Estepona.

La acción ha permitido comprobar las enormes ganancias que pueden reportar este tipo de estafas, con “beneficios de millones de euros que le han permitido [al detenido] disfrutar en España de un nivel de vida elevado”, detalla la Policía en un comunicado. En el registro de la vivienda, realizado en octubre pero comunicado este lunes, los agentes intervinieron hasta 21 vehículos y un yate. Todo ello con un conteo de víctimas relativamente pequeño, ya que la policía suiza ha confirmado unas 150. La española, no obstante, calcula al menos otras tantas en otros países.

La operación se inició en agosto con una solicitud internacional de colaboración por parte de la Policía del Cantón de Ginebra, que solicitaba a las autoridades españolas la localización y registro de las propiedades del presunto responsable de la red de estafas, todas ellas “adquiridas presuntamente con los beneficios procedentes de la actividad”. Estas, como la colección de coches y el yate, han sido embargadas.

Las criptomonedas ni siquiera existían

La red utilizaba el clásico gancho de los personajes célebres que quieren compartir sus inversiones secretas en criptomonedas. “Hacían un uso agresivo de estrategias de marketing en Internet, utilizando incluso la imagen de personajes conocidos afirmando que ha obtenido grandes beneficios con la inversión en criptomonedas en la plataforma”, explica la policía española.

Todo ello servía para guiar a las potenciales víctimas a webs donde se les incentivaba a invertir en esas mismas criptomonedas promocionadas por los famosos, apoyadas por un supuesto bróker que guiaba sus primeros pasos. Su objetivo era que los estafados realizaran “el mayor número de inversiones posibles bajo la promesa de una alta rentabilidad en poco tiempo”, afirman los investigadores.

Para apoyar esta misión la red había diseñado sus webs de modo que mostraran ganancias en la evolución de esas criptomonedas, pero era todo falso. Una trampantojo financiero creado por los cibercriminales. Tanto la cotización al alza como las cifras que veían las víctimas eran “inventadas por ellos” y tenían el propósito de hacer creer a la víctima que estaba ganando dinero para que siguiera invirtiendo, continúan los agentes.

Cuando los estafados se daban cuenta del engaño, el bróker desaparecía, pero el acoso de la red a la víctima no terminaba. Intentando aprovechar su desesperación, la organización se ponía en contacto con los estafados para ofrecerles los servicios de un falso bufete de abogados que les aseguraba “ser capaces de recuperar todo lo invertido más los intereses generados”. Acceder a esos abogados requería, claro, un pago más por parte de las víctimas, algunas de las cuales fueron así estafadas por partida doble.

Grandes beneficios y la conexión Estepona

Este tipo de estafas tuvieron su auge en 2020 y 2021, cuando las criptomonedas dispararon su valor. Desde 2022 el sector está sumido en lo que denomina “criptoinvierno” que va camino de ser más largo que la primavera que vivió durante la pandemia. Pese a ello, los estafadores siguen utilizando como gancho a famosos que supuestamente se han hecho aún más ricos con ellas para cazar víctimas para sus timos, lo que indica que la estrategia sigue siendo rentable.

Una prueba de hasta qué punto funcionan estas estafas se dio el 16 julio de 2020. Aquel día un atacante consiguió penetrar en los sistemas de la red social Twitter y hacerse con el control de algunas de las cuentas de más impacto del planeta, como la de Barack Obama, Joe Biden, Elon Musk, Jeff Bezos, Bill Gates o los perfiles oficiales de Apple y Uber. Con ese altavoz en su poder, el atacante decidió que la mejor forma de utilizarlo era difundir a través de todas ellas una estafa con criptomonedas.

“¡Estoy devolviendo a la comunidad! ¡Doblaré todos los bitcoin ingresados en la siguiente dirección! Si mandas 1.000 dólares, te retornaré 2.000 dólares. Solo lo haré durante 30 minutos”, afirmaba un mensaje que se publicó en la cuenta de Biden. Otro en la cuenta de Bezos prometía repartir 50 millones de dólares, mientras que Uber se comprometía a donar 100 millones “debido a la COVID-19”.

El autor de esa estafa masiva también residía en Estepona, donde fue detenido en 2021 por la Policía Nacional. Joseph James O’Connor, alias PlugwalkJoe, tenía 21 años en el momento de los hechos. Este junio ha sido condenado a cinco años de cárcel y una multa de 794.000 dólares por un tribunal de Nueva York.

A pesar de estas operaciones policiales, o de que los grandes millonarios del sector y las principales plataformas están siendo condenadas por fraude, las criptomonedas siguen teniendo tirón entre los ciberdelincuentes como método de estafa.

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