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Los chistes de payos no tienen ni puñetera gracia

La Sociedad Gitana no ve "suficiente" la petición de perdón del cómico Bodegas

Silvia Agüero Fernández

Como de costumbre, estoy cabreada. Muy, muy cabreada. La ira -que sí que ya sabemos que está mal vista- me empuja a seguir con esta ingente tarea no retribuida de desasnar jambos, de educar a los gachós para que dejen de ser racistas.

Después de toda la publicidad gratuita que le hemos hecho al jambo Roberto Bodegas; después de haber sentido como descargabais vuestros 'racismeos' sobre nosotras y nosotros; después de ver que Pedro Duque -¡Todo un señor ministro de ciencias, innovación y universidades!- nos haya deshumanizado y haya hecho un 'compayodreo' (compadreo entre jambos) en toda regla banalizando el racismo y diciendo que son dos bromas -¡Más de un millón y medio de gitanas y gitanos fueron víctimas del Samudaripen, leche, que es usted el ministro de las universidades!-; después de que este graciosete jambo baretel ministro haya sentado justicia dando por válidas las supuestas amenazas que el otro jambo chistoso dice haber recibido y de las cuales no hay ninguna constancia ni denuncia; después de ver que un puñao de jámbicos pertenecientes al gremio de payasos graciosos hayan también validado el discurso de odio en un enorme ejercicio de corporativismo (para que luego digan que los gitanos llamamos a nuestros primos); después de ver en la Sexta la manera en que Hilario Pino acorraló a Beatriz Carrillo de los Reyes -mujer, gitana, feminista y vicepresidenta del Consejo Estatal del Pueblo Gitano- preguntándole “¿De qué se ríen los gitanos?” (Beatriz fue muy educada en su respuesta. Nosotros, desde casa, no nos cagamos en su padre para no darle pistas); después de ver cómo os resistís a dejar de ejercer vuestro típico y cultural patriarcado payo sobre nosotras; después de todo esto, voy a ser buena y contaros tres cositas para que, si queréis, podáis aprender y ser mejores personas o, lo que es lo mismo, menos racistas.

Primera cosita

Gente de a pie, de izquierdas, de derechas, de centro, sindicatos, humoristas, cantantes, periodistas, concejales, andaluces, valencianas y catalanes, madrileñas, obreros, rojos, azules, gentes 'racismeantes', declarantes antirracistas, ricos y pobres, estudiosos, oficiales y millennials, ustedes, blancos y blancas, payos y payas, católicos, ateos y agnósticas, tenéis el poder y en su ejercicio estáis demostrándonos que las personas gitanas no formamos parte de la misma sociedad que vosotros porque no os importa nuestro dolor ni nuestro sufrimiento.

Segunda cosita

También os tengo que decir que nosotras y nosotros no queremos ser parte de vuestro sistema. Vuestro sistema falla, genera infelicidad constantemente y todo ello solo para beneficiar a los más ricos y poderosos. No, no queremos integrarnos. No lo vamos a hacer. Y os explico por qué:

El antigitanismo intentó nuestro exterminio en La Gran Redada de 1749 (entre 9000 y 12000 víctimas). También lo intentó y casi lo consiguió en el Samudaripen, el holocausto nazi hacia los gitanos, que se llevó por delante a un millón y medio de gitanos, de gitanas, de niños, de niñas, de ancianos y ancianas. Más recientemente, el antigitanismo en forma de pogromo se ha enseñoreado en el solar patrio (sí, también somos españoles): el verano pasado en Fortuna, Murcia, donde una turba de payos racistas apedreasteis a los nuestros y el año anterior, y el anterior, y el anterior, en Estepa, en Castellar, en Almoradí, en Martos, en Mancha Real, en Torredonjimeno... demasiados lugares donde quemasteis vivos a muchos de los nuestros, a nuestros niños y niñas.

El antigitanismo segrega a nuestros chaborrillos y chaborrillas en escuelas-gueto. En otros países, el antigitanismo ha esterilizado a nuestras mujeres y a nuestros hombres. El antigitanismo en forma de política urbanística ha condenado a la población gitana a malvivir en los guetos -¡Todas las ciudades españolas tienen un gueto para gitanas y gitanos!-. El antigitanismo forma parte intrínseca de la cultura y la identidad paya. Por tanto, ¿Cómo vamos a integrarnos en ese club que no nos quiere y que tanto daño nos hace?

Tercera cosita

400 mensajes dice haber recibido el payo Bodegas. 400 mensajes de gitanos y gitanas consumidores de este entretenimiento que es el humor, indignados por la mediocridad, el poco gusto y el racismeo fácil. 400 mensajes con nuestra indignación que no es la vuestra porque el dolor es nuestro. 400 mensajes y no amenazas (si las hubo que denuncie) dato que vosotros habéis dado por válido que quien os lo asegura es un payo, blanco, humorista y tiene vuestra total credibilidad. 400 maldiciones y reacciones a sus insultos. 400 gitanos, 400 gitanas diciéndole al payo Bodegas que lo que ha hecho está mal y eso, según su escrito, le ha hecho reflexionar y pedir perdón… no, no, le ha llevado a pedir ayuda a los suyos, a sostenerla y no enmendarla.

Estoy orgullosa de nuestra autodefensa como lo estaría de cualquier mujer que pegara de bofetadas a cualquier opresor machote que se le pusiera por delante. Estoy orgullosa de estos 400 primos y primas míos, como lo estoy de todas mis antepasadas y antepasados que resistieron frente al poder opresor del payo para permitir que el rico río del romipen, de la gitanidad, llegara hasta nosotras para hacernos mejores personas.

Esto no es una invitación a reflexionar, es una advertencia: ya no nos callamos para seguir viviendo que cantaban los Chorbos. El tiempo de la rebeldía, de la insumisión, está llegando también al Pueblo gitano y estad seguros de que a cada agresión se os responderá con una defensa… aunque sea a maldiciones.

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