UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
Heba Saadieh, la primera palestina arbitrando un mundial de fútbol
Durante el Mundial de Fútbol Femenino de Australia, se hizo historia por partida doble. La selección española de fútbol al proclamarse justa vencedora y Heba Saadieh, refugiada de Palestina, al convertirse en la primera persona palestina en arbitrar un mundial de fútbol. “Trabajé muy duro durante muchos años para llegar a donde estoy hoy. Entrené mucho y siempre concentrada en mejorar mis habilidades y mi forma física. Me solía decir a mí misma que ya había perdido muchas cosas en los últimos 10 años, tras convertirme de nuevo en refugiada al salir de Siria, pero decidí no renunciar nunca a mi sueño”. Y no lo hizo.
Su padre, Raaouf, se vio obligado a abandonar Tiberíades, Palestina, cuando tenía tan solo un año y medio. Él y su familia se establecieron en Siria, donde conoció a Alham, madre de Heba con raíces también palestinas. “El viaje de nuestra familia es un testimonio de la diáspora palestina, las luchas que hemos enfrentado y la resiliencia que ha definido nuestra existencia en una nueva tierra”.
El campamento de Yarmouk vio nacer a Heba, entre el bullicio de las calles, los mercados, las escuelas y hospitales. Allí asistió a las escuelas de UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina: “Estas escuelas jugaron un papel fundamental al brindarnos acceso a una muy buena educación.
Pero las escuelas iban más allá de lo académico, también ofrecían servicios de apoyo psicosocial y orientación. Además, teníamos las clínicas y centros de salud de UNRWA que brindaban servicios básicos a nuestra comunidad“.
La irrupción de la guerra de Siria forzó de nuevo a la familia de Heba a abandonar su hogar. “Fue una época desgarradora. El asedio sobre el campamento provocó una grave escasez de artículos de primera necesidad como alimentos, agua, medicinas y otros suministros esenciales. A medida que la situación empeoraba, mi familia y yo nos vimos obligados a tomar la difícil decisión de abandonar el campamento y trasladarnos a otra zona de Damasco. Fue una elección desgarradora, pero nuestra seguridad y supervivencia eran primordiales”.
Apenas un año antes del estallido del conflicto sirio, despertó la curiosidad de Heba por el arbitraje al ver a un grupo de árbitros entrenando en Damasco. No había ni una mujer. En ese momento tomó la decisión que acabó siendo una carrera de fondo hasta convertirse en la primera persona palestina, hombre y mujer, en arbitrar una copa del mundo de fútbol. “Mi camino al fútbol profesional no ha sido nada fácil. Durante los últimos 13 años me he enfrentado a muchos obstáculos. Desde que dejé Siria y me fui a Malasia, hasta llegar finalmente a Suecia”, comenta la árbitra que espera abrirle las puertas a muchas más mujeres palestinas. En cada país empezaba de cero, adaptándose a un nuevo idioma y cultura: “todo me resultaba desconocido, pero quería demostrarle al departamento de arbitraje de cada sitio que merecía un lugar entre sus árbitros de élite”.
La falta de referentes femeninas que le guiaran fue una de las piedras en el camino, sobre todo en Malasia, donde, tal y como comenta, solo cuentan con dos o tres profesionales de su sector. Allí arbitraba principalmente partidos masculinos y conoció a quienes no les gustaba ver a mujeres en el campo. En muchas ocasiones desarrollar su pasión le costó más dinero del que ganó, pero años de esfuerzo la han colocado en las filas de arbitraje de la primera división femenina y masculina.
Participar en el Mundial de Fútbol Femenino supuso un salto en su carrera a pesar de su situación física: “Fue una experiencia genial y difícil al mismo tiempo porque me lesioné el día después de mi llegada a Sidney”. Durante esos días, Heba y el mundo entero fuimos testigos de una competición deportiva de altísimo nivel seguida por millones de personas desde sus casas. Instituciones y medios de comunicación empiezan a despertar y muestran un interés nunca antes visto en las competiciones deportivas femeninas. “El fútbol femenino se ha desarrollado significativamente en los últimos años, hay habilidades y tácticas en el juego y las federaciones de fútbol de muchos países se han interesado en llevar más lejos el fútbol femenino”, comenta Heba.
Imparable y orgullosa de formar parte de esta era que vive el fútbol y el deporte, la árbitro ya está pensando en sus siguientes pasos. Aún no tiene claro en qué dirección irá, pero sabe que, sea lo que sea, lo conseguirá. Así fue cuando el año pasado cumplió otro de sus sueños más deseados: visitar Palestina. Y lo hizo gracias a la Federación Palestina de Fútbol. Sus orígenes y su pasión unidas.
Cuando todo está en contra, Heba sabe encontrar la manera para que las cosas ocurran: “Estaba rodeada de familia y personas que siempre me apoyaron. No presté atención a los comentarios negativos y me mantuve concentrada en mi objetivo. Aún no he decidido en qué dirección iré, pero trabajaré duro para lograrlo”.
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UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.